Prólogo.

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JungKook no podía creer lo que sus oídos habían escuchado, deseó con su corazón en la mano estar teniendo un muy mal sueño o que NamJoon, su amado y adorado esposo le estuviera jugando una broma de pésimo gusto

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JungKook no podía creer lo que sus oídos habían escuchado, deseó con su corazón en la mano estar teniendo un muy mal sueño o que NamJoon, su amado y adorado esposo le estuviera jugando una broma de pésimo gusto.

¿Qué dices? ¿El divorcio? sus ojitos picaban y ardían por las lágrimas que pedían salir y resbalar por sus mejillas libremente.

Tal y como lo escuchaste, quiero el divorcio, en unos días iniciaré los trámites respondió Kim de forma seca, sin una expresión en su rostro.

N-no puedes hacerme esto NamJoon, y menos a unos cuantos días de nuestro quinto aniversario su voz se cortó.

NamJoon soltó un suspiro de frustración mientras peinaba su cabello rubio con ambas manos hacia atrás.

ㅡ ¿Y? ¿Se supone que eso tiene que importarme? levantó una ceja.

El menor se levantó de su silla y le dio la espalda a su pareja, ¿qué estaba pasando? ¿Había hecho algo mal? Estaba seguro de que es un buen esposo, alguien cariñoso, amable, atento, que cada noche le preparaba una cena deliciosa o algo que a NamJoon le gustara.

Aunque era verdad que desde cierto momento ya no tenía intimidad como antes, pero JungKook creía que se trataba por estrés del trabajo.

Se cruzó de brazos y respiró hondo, tomando el valor necesario para hacer una de las preguntas más dolorosas, de esas que no estás preparado para escuchar la dolorosa respuesta. JungKook necesitaba saber sus motivos.

Dime, ¿hay alguien más en tu vida? su voz salió casi como un débil susurro mientras dejaba que una lágrima saliera de uno de sus entristecidos ojos.

Miró al mayor por encima de su hombro, NamJoon movía hábilmente sus dedos sobre la pantalla de su teléfono móvil.

Lo hay, y estoy enamorado de él le contesta sin mirar.

El pelinegro mordió su labio inferior con fuerza para no soltarse a llorar, no le daría ese gusto ni placer. Pero sentía que no podría retener su llanto por siempre, se ahogaría con sus propias lágrimas y dolor.

Si él ya no lo amaba, no tenía más que aceptarlo.

Espero que sean felices juntos.

Dijo antes de salir prácticamente corriendo del comedor y después de la casa. La lluvia se hizo presente frente a sus ojos una vez que estuvo afuera, sentía que al menos el cielo entendía su dolor.

Colocó la capucha de su suéter sobre su cabeza para cubrirse un poco de la intensa lluvia y caminó a su auto mientras buscaba su llave en los bolsillos de su pantalón, una vez que la encontró, abrió la puerta y se acomodó en el asiento del conductor.

Ayúdalo | namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora