La verdadera cara de la moneda.

7 0 0
                                    

Sofia después de pasar un mal día prefiere dormirse. A la mañana siguiente se alista para ir al Instituto.

En el comedor:

Madre: Hola hija buenos días ¿cómo amaneciste?

Sofia: Hola mamá, no me siento también la verdad, pero fue lo mejor.

Madre: Así es hija, es lo mejor para ti, al principio dolerá pero era una relación tóxica.

Sofia: Me siento mal por papá.

Madre: Tranquila Sofia tu padre estara bien.

Sofía: Si esta bien ¿ya está listo el desayuno?

Madre: Si hija, baja al comedor ya está la comida servida.

Sofía baja al comedor, pero nota que falta papá.

Sofia: Mami y ¿mi padre?

Madre: Se fue temprano a trabajar, apurate a desayunar llegarás tarde al Instituto.

Sofía: Ok esta bien.

Sofia termina de desayunar, se termina de alistar y se va con el chofer.

Chofer: Señorita Sofia ¿Ya está lista para ir a estudiar?

Sofia: Si, vámonos por favor.

Chofer: Oye Sofia te veo muy preocupada.

Sofía: Si, no se como estara el Instituto César es muy raro y no se que pueda pasar.

Chofer: Tranquila Sofi, cuentas conmigo para lo que necesitas.

Sofia: Muchas gracias por darme tu apoyo.

Sofia llega al Instituto y los compañeros de Sofia la ven y se ríen de ella, a lo lejos ve a Monica su amiga pero lo que ocurre cambiará todo.

Sofia: Monica, amiga ¿Tu sabes que pasa?

Monica: Ya no me digas así.

Sofia: ¿De que me hablas?

Monica: La única razón por la que fui tu "amiga" fue porque tu papá trabaja en la compañía de César y ser tu "amiga" me traía muchos beneficios pero ahora eres como los demás tu papá trabaja en una simple editorial que bajo caiste.

Sofia: Como fui tan torpe en creer en ti, jamás te lo voy a perdonar y escuchame bien primera y última vez que hablas mal de mi o de mi familia con personas como tú para que quiero más enemigos.

Monica: Ajá lo que tu digas. ¡Haz lo que quieras!

Ojitos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora