Lan Zhan se encuentra en una situación para la que ni una sola vez en su vida pensó que tendría que prepararse. Sin un centavo, sin un lugar adonde ir, se resigna a vender su cuerpo para sobrevivir al verano.
Wei Ying es el joven propietario de Yiling Technologies, una empresa próspera que crea tecnología de primera línea. Encontrarse con un joven en la esquina de una calle no era parte de su plan diario, pero sabía que se habría arrepentido si hubiera dejado atrás al chico de los ojos color miel.
Tanto Wei Ying como Lan Zhan tienen cicatrices que se niegan a mostrar al mundo. A través de la paciencia y el tiempo, se dan cuenta de que no son tan diferentes y tal vez, solo tal vez, aprendan a aceptarse a sí mismos y a los cambios que ocurren a su alrededor.