Cap.1 Parte II

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En los brazos de Cadem Burchler

Miras alrededor y encuentras a casi una docena de personas, esperando tu reacción, no se ni que hacer, no podría decirle que no a mi propio jefe pero, no sé a qué terreno me estoy adentrando y cómo estarán estas aguas, quizás y solo quizás desea safarse de esta reunión, se nota muy cansado, y no estaría nada mal una pequeña ayuda después de todo si le ayudo con más razón estaría dispuesto a escucharme y ha ayudarme. - Cariño? Estás bien - me toma del mentón y frunce el ceño, acto seguido me reclino hacia su pecho amplio y me retiro un poco le pelo de la cara.

~ Honestamente el vuelo a sonó bastante largo, me encuentro muy pero, MUY cansada - Cruzo los dedos para que crean mi tremenda actuación y no se vaya a notar que soy una empleada de este edificio, es que con solo ver mi fachada se darán cuenta que alguien que esté saliendo con uno de los empresarios más ricos del país estaría más arreglada y formal. Los inversionistas te sonríen con gran incertidumbre y en especial aquel Sr. que hace solo unos 30 minutos te comía con la mirada mientras caminaban en el pasillo. Cadem tose bruscamente y a la vez se levanta de la mesa de juntas un señor no mayor de 65 años con aspecto bastante elegante, pelo canoso blanco como la leche al igual que Cadem, pero, que se nota algo molesto.

~ Cadem se puede saber que significa esto ?? - Alza la voz y se pone rojo como un tomate, Cadem me toma de la mano y de lo más tranquilo responde.

~ Papá no había tenido la oportunidad de presentarle a mi prometida, con todo los pendientes que hemos estado resolviendo - Espera, acaba de decir prometida, que alguien me pellizque para saber si estoy durmiendo y esto es solo un sueño, cuando viene a ver si estoy en un sueño y ya me están entrando las pesadillas, ha dicho ¡¡PROMETIDA!! Le sonrió con timidez al señor que está frente a mi que al parecer es el padre de Cadem, el cambia la mirada por lo menos unas tres veces entre Cadem y yo como tratando de entender cuál es el chiste de todo lo que le han dicho.

~ Cadem me gustaría hablar contigo ... -Suspira - y de preferencia que sea a solas.

~ Lo siento padre, me temo que en estos precisos momentos no me será posible, Annabelle esta muy cansada y debo acompañarla a casa, si nos disculpan señores estaremos reprogramando esta reunión y terminaremos después - con una mano en mi cintura Cadem me guía hacia la salida y camino hacia su oficina, una vez dentro te mira y todo el agotamiento que notaste hace unos minutos en la sala de juntas se multiplica por 10, este hombre está totalmente exhausto, se nota que no puede mas ni con su vida, observo todo a mi alrededor al fondo se encuentra un gran ventanal donde estoy segura que puedo tener una perfecta vista de toda la ciudad si me acerco solo un poco más, un escritorio lo bastante largo todo de madera más hacia la izquierda se tiene unos muebles que dan a juego perfectamente con el escritorio y los demás asientos del lugar, encima una lámpara demasiado moderna y brillante a la derecha un estante con cientos de libros y por supuesto encima del escritorio un sin fin de papeles regados y una pizarra blanca hacia una esquina con unos cuantos gráficos pintados y adicional algunas proyecciones escritas debajo de ellos, no se cuanto tiempo me quede mirando todo cómo estúpida cuando viene a ver hasta se me ha caído la baba y ni cuenta me he dado porque cuando giró un poco más mi cabeza repasando todo el lugar Cadem está de pie a un lado del escritorio con un vaso de lo que parece ser whisky toma un sorbo y se me queda mirando fijamente, su mirada es penetrante sus ojos de un negro profundo me observan detenidamente y va bajando lentamente se qué pasa por mis pechos, luego, observa mis caderas y de allí sube nuevamente a mis ojos - Tenemos que hablar - si voz sale ronca pero, bien compuesta y segura de lo que va a decir.

~ He .... si yo - Esté hombre hace que el ambiente se sienta demasiado tenso, hasta podría jurar que me estoy derritiendo con solo escuchar si voz - He venido hablar con usted Sr. Burchler, de hecho yo trabajo para usted y necesito decirle algo import....

El principe del PentHouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora