CAPITULO 2⭐

31 3 0
                                    


Hermosos prados verdes yacían ahí , el viento andaba ligeramente  por  las calles de Busan específicamente en Geunmjeong- gu , un pequeño niño de 6 años  iba con alegría saltado por la vereda , su meta era ir hasta la heladería, con emoción continuando su camino se dio cuenta que las personas lo miraban con lastima y otra mirada que no podía comprender, quizá en los ojos de las personas percibía un poco de ¿desagrado?, pero porque , porque las personas lo miraban así, ¿había hecho algo malo?.

Pues si así era, ya no quería volver a su casa , le tenia miedo a su padre, la mayor parte del  tiempo esté se encontraba borracho  y le hablaba de algo que no lograba comprender, disminuyendo su paso siguió con su camino, ahora pudiendo captar las voces de las personas que susurraban algo a sus espaldas, ¿pero que decían?, se preguntaba, según seguía escuchando se dio cuenta que hablaban de él.

- Dicen que  por su culpa su madre esta muerta-  decía la señora, con un tono exagerado de asombro.

-¿Enserio?, con razón siempre esta solo- exclamo la otra señora.

No tenían algo mejor que hacer esas personas que solo se dedican a molestar , el pequeño niño no comprendiendo las palabras de la señora, seguía animado , con la inocencia tan pura con la que se caracterizaba un niño. 


Llegando a la heladería, se dirigió rápidamente a la vitrinas donde exhibían todo tipos de helados, finalmente decidiéndose por que helado quería, empezó a caminar hacia el vendedor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegando a la heladería, se dirigió rápidamente a la vitrinas donde exhibían todo tipos de helados, finalmente decidiéndose por que helado quería, empezó a caminar hacia el vendedor.

- disculpe Señor - su voz tan era tan suave que apenas el vendedor logro identificar a su  dueño 

- Si, ¿Qué deseas? - el vendedor observando a la criaturita pequeña que yacía ahí, se pregunto ¿Dónde estarán sus padres?

- Me puede dar un helado de chocolate, por favor- observando con anhelo el helado que estaba al otro lado de la vitrina 

- ¿Dónde están tus padres? - Pregunto ya no pudiendo ocultar su curiosidad, porque un niño así de pequeño estaba afuera sin un adulto, pues obviamente las calles de Busan no eran totalmente seguras 

- ¿Padres? - según el no necesitaba a sus padres para comprar un helado, ¿no?, desde que pudo salir de su casa por su cuenta el hacia todo solo, pero claro que algunas de las vecinas le ayudaban, aunque el pensaba que lo hacían con generosidad, no era así, estas solo querían quedar bien ante la sociedad, haciéndose pasar por caritativas, pues cuando él tuvo una urgencia y acudido a una ellas estas le dieron la espalda.

- Si niño, ¿no ves como los otros niños están acá con sus padres?- ¿entonces si necesitaba a un adulto para comprar un helado?, se cuestiono, pero ahora donde sacaba uno, él solo quería un helado era tanto pedir. 

dándose la vuelta logro observar a las familias que estaban ahí, todos los niños jugaban con sus padres, una sensación de envidia invadió su cuerpo, queriendo ocupar el lugar de uno de esos niños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

dándose la vuelta logro observar a las familias que estaban ahí, todos los niños jugaban con sus padres, una sensación de envidia invadió su cuerpo, queriendo ocupar el lugar de uno de esos niños.

Se giro nuevamente donde estaba el vendedor y ahora con un poco de enojo pregunto.

- ¿Me va a dar mi helado?- ya cansado de estar ahí parado sin obtener su helado, quiso saber, pues si no era así, se iba a ir , ya no quería esta en ese lugar por mucho tiempo.

-bueno , son 3 dólares- dándole el dinero, obtuvo por fin su helado, se dio cuenta que ya no había nadie en la heladería, ¿tanto se había tardado?.

iba corriendo rápidamente hacia su casa por el miedo que su padre lo dejara afuera, ya no tenia a otro lugar donde ir , pues no era la primera vez que lo dejaba a fuera, a veces esas noches dormía en el parque cerca de su casa, esperando que su padre salga a trabajar para poder entrar nuevamente.

Observando que la distancia se acortaba, disminuyo la velocidad de sus pasos, entrando silenciosamente a su casa, ¨Casa¨, ¿podía denominar ese lugar su casa?, para la mala suerte del pequeño jimin , su padre , si es que se merecía ese titulo, apareció frente a el con una mirada potente que a la vez también era perdida.

- ¿Dónde mierda estabas?- espetó con furia y esta aumento cuando observo que la mano de jimin estaba sucia con chocolate igualmente como sus pequeños y hermosos cachetes

- yo .... es..ta.. ba -  tartamudeando contestó, sentía miedo, ahora que iba hace su padre, el solo había disfrutado su helado. observo que en la mano de su padre había una botella de cerveza.

- ¡¿para eso te gastas mi dinero?! - grito con enojo, asustando al pequeño jimin, en un rápido movimiento le dio una cacheta tan fuerte que el ruido resonó por toda la sala 

- no llores, solo los débiles lloran- reteniendo sus lagrimas, se dispuso a dirigirse a su habitación, un lugar donde podía llorar en tranquilidad , al final del día comprendió que ahora ya no solamente le desagradaba estar en su casa si no que ya no quería volver nunca ha esa heladería. 

Se espanto cuando sintió que su cuerpo se movía con violencia,  parpadeando con pereza, se dio cuenta que aun seguía en el bus, había soñado uno de  los momentos que vivió en su infancia,

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se espanto cuando sintió que su cuerpo se movía con violencia,  parpadeando con pereza, se dio cuenta que aun seguía en el bus, había soñado uno de  los momentos que vivió en su infancia,

<< no ya no puedo ni siquiera tomar una buena siesta >>, pensó y en seguida dirigió su mirada hacia el panel de del bus el cual avisa en que parada estaba.

Para suerte de él, justo estaba por llegar a su parada, solo faltaba 2 minutos para llegar, dirijo su mano hacia el bolsillo de su pantalón y dispuso a prender su teléfono,  miro asombrado la hora, porque  aun tenia  tiempo para llegar a la empresa sin demora, que raro era eso pues las calles de Seúl siempre estaban saturadas, pero bueno no se quejaba.

Bajando del bus, miro con pereza la empresa que estaba al frente suyo y con un suspiro cansado, se dirigió a la entrada. 

MI fin?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora