++El Rey de los Locos++ "Oneshot Terry"

++El Rey de los Locos++

Miro a mi derredor los rostros conocidos de mis compañeros, hacemos una última reverencia tras acabar la función. La ovación se extiende, creo que es debido a la gran presentación que he tenido ésta noche.

No es por presumir, bueno sí... ¿Por qué no? ¡Eh estado fantástico! ¡Sublime! ¡Espectacular! Cada día disfruto más de éste loco mundo del espectáculo y siento que me estoy coronando su rey ¡Lo merezco!

Estamos exhaustos, y parece que no vamos a ningún lado, cualquier noble o cabeza de familia respetable, desdeñaría ésta profesión, pero es que ellos no entienden lo que es vivir el arte. Lo lejos que puedes llegar, las metas y reconocimientos que logras alcanzar. Sino, henos aquí... de gira en Londres ¡En Londres!

Estoy seguro que mi odiosa querida madrasta ya sabe que me encuentro en el país, le habrá dicho al excelentísimo Duque de Grandchester sobre ello, pero no para que me haga volver con ellos a la mansión ¡Nooooo! ¡Seguro que eso no! ¡Ni en sus más locos sueños! Sino para echarle en cara mi descaro y desfachatez. ¡Me da igual!

De alguna manera lo encuentro divertido, es fascinante hacerle arder en corajes. Hasta me dan ganas de hacer alguna de esas locuras de las que hablaba con ella... con mi amiga, mi confidente, mi compañera... de sólo pensar en ella me entristezco, la extraño.

Tantos años juntos, y de presto me dejaste... suspiro para darme valor y poder continuar, porque te lo prometí... a ti también Susana te prometí que sería feliz.

En ocasiones quise regresar el tiempo y volver a esos días... pero sé que es algo imposible, sólo puedo buscar la manera de revivir o volver a hacer las mismas locuras o travesuras.

Sí, travesuras... y si alguien se atreve a decirme loco le diría

-Tsssh habla con propiedad por favor, que estás ante "El Rey de los Locos"

Tras la función me escapo, y no solo eso, también llevo puesta una ropa especial, volver a Londres a desatado mi lado travieso y perverso.

Alquilo un carruaje y le digo que se detenga en ese lugar, el cual compruebo nada más bajarme que sigue tal cual que antes. Salto el muro y me adentro en el recinto. Tantos años merodeando por éste lado de los terrenos que aún recuerdo como llegar.

Ante mis ojos se vuelven las imágenes de las tardes tumbado en la grama con cigarro en mano, tocando una armónica o leyendo cartas. Cierta viejecilla que se acerca y me pide ayuda.

Con ganas de revivir la adrenalina, tomo una piedra y sin pensarlo mucho la lanzo contra el cristal de la ventana. Como era de esperar llamo la atención de todas esas niñas de papi y mami... y también de cierta monjita

-¡¿Quién ha hecho semejante barbaridad?!
-Tranquila hermana Margaret, he sido yo
-Te... ¡Terry!

Está sorprendida, pareciese como si hubiésemos vuelto al pasado. Llamadme loco, pero en verdad, la cara que me hubiese gustado volver a ver, llena de sorpresa y pavor, es la de otra persona... la de ella. Por un instante soy capaz de imaginármelo.

Creo que la hermana Margaret se ha percatado de mi estupor y les dice a todas "Las Señoritas" que se retiren a sus habitaciones, estaban asustadas, ninguna de ellas me conocía. Luego me pide que le acompañe a la dirección. ¿Por qué me da la impresión que me van a castigar?

Pero es todo lo contrario, están sorprendidas por verme después de tantos años, que estuviese en las instalaciones del colegio a esa hora y sobre todo, que estuviese con un uniforme. Ellas también han cambiado, y tras una agradable conversación entre adultos me ofrecen el coche del colegio para regresar al hotel.

-Ha sido un placer volver a verte Terreuce, y sobre todo ver que estás bien
-Lo mismo digo hermana Gray
-Pero ya no estás en edad para andar haciendo éste tipo de jugarretas Terruce... no intentes volver al pasado, sino que aprende de él, se fuerte, mejor y valiente, nada de locuras
-Hermana Gray, soy el rey de los locos
-Está bien... como mejor veas, sólo no olvides de hacer lo que debes hacer. Hasta luego
-Adiós hermana Gray, hermana Margaret. Ha sido un placer saludarlas

En mi mente sigo rumeando las ultimas palabras que me dijese la monja "NO OLVIDES DE HACER LO QUE DEBES HACER"

¡Maldita sea! ¿Por qué siempre saben decir y atinar en la llaga? Es como si ellas lo supiesen, como si han hecho un pacto con el diablo o Susana mismo les ha susurrado esas palabras...

Está bien... tras haberlo pospuesto por tanto tiempo, haré lo que he estado evitando, porque por más feliz que intente ser, por más locuras que haga, y por más que rehúya, se lo prometí y en mí, hay una parte que nunca ha cambiado.

Caminando bajo la nieve prosigo decidido y pensando qué debo de expresar en esa carta... llamadme loco, pero si lo hacéis... tsssh "El Rey de los Locos" por favor, porque finalmente voy a buscar a mi amor.