sentimientos encontrados

un encuentro

Bajo  la luz de la luna llena, junto  a la playa, andando se encuentra unos ojos negros, la calmante brisa que da en su rostro y las olas de agua fria que golpean sus pies hacen que sus ansias se apacigüen un poco y serrando sus ojos los recuerdos  golpean su mente, de nuevo las ansias vuelven de tan solo recordar el esperado encuentro que tanto desea...

Una media sonrisa surca sus  labios  al ver le parado enfrente suyo, pareciese un sueño, pero no,  ahí esta.  Con sus ojos tan azul como el mismo mar que aun lado se encuentra, ambos se observan con detalle, tan penetrante tanto azules como negros queriendo grabar cada detalla uno del otro.

Queriendo ver de nuevo esa sonrisa que tanto le gusta, el pelinegro se encamina hacia el, inconsciente, toma su mano despacio en una sutil caricia, lo necesitaba, no es un sueño, se repetía

-aquí y ahora, estas  aun aquí  a mi lado- le decía

El rubio le sonríe, si esa sonrisa es la misma  que tanto añoraba, de la nada le acacia la mejilla despacio y tiernamente,  de nuevo esa paz vuelve,  una que hace mucho no sentía lo envuelve y los sentimientos que antes los creía perdidos, lo golpean tanto que su corazón late acelerado y  frenéticamente, sin esperarlo comienza a llorar, no lo quería hacer  pero el sentimiento era mas grande que todo lo demás, de tan solo pensar en todo lo que avía pasado ya nada se podía hacer solo quedaba el simple deseo de verlo de nuevo de tenerle  ahí, decirle todo, sin tabú, sin prejuicios, nada, solo ellos dos y sus sentimientos a flor de piel, si, eso quería y se iba a dar el gusto de demostrarlo.

-lo siento- lo tomo del rostro y junto su frente con la del rubio, serrando los ojos, no queriendo saber ni ver  lo dolido de los ojos azules; sin pensarlo  el rubio le acaricio su mejilla, alzando  su cara, obligando lo a mirarlo y su sorpresa fue que solo vio un brillo en su mirada y una hermosa sonrisa sincera, sin pensarlo le dio un  beso suave y delicado.

-¿eso responde tus dudas?- le dice el rubio, al ver en aquellos negros ojos el  temores  con respecto a lo ocurrido todo ese tiempo; me perdonara?   Quiero que así sea, no lo superare si no lo hace, ¿me odia? ¿Será ya tarde? Si todas esas dudas las vio Naruto en la mirada de Sasuke.

Solo por esa noche se daría el lujo de liberarse, de decir y hacer lo que su corazón dicte, dejar a un lado la razón y dejar todo a flor de piel, olvidar  los tormentos  en su alma y corazón, lo que lo alteraba entre todo eso estaba el echo de que cierto rubio ya no lo quisiera, que lo odiara, le guardara rencor, que lo mandara el diablo pero al a ver recibido esa respuesta todos sus fantasma se disiparon.

-dobe- le dijo, esa palabra que hace mucho no escuchaba, le retumbo el  pecho, tantos recuerdos; sin dejar su mejilla ambos se miraban, tal parece que no hay necesidad de palabras.

Esa noche seria como el milagro que tanto esperaba, solo quería que ese rubio revoltoso estuviera con el, que al llegar el amanecer no desapareciera y que el tiempo nunca llegara a reclamarlo, aun así el miedo prevalecía al no saber si lo iba poder dejar ir, después de todo el sentimiento era mas fuerte de lo que esperaba se dio cuenta que en su pecho aun predominaba la fe y la esperanza de que su pequeña luz lo rescatara, el miedo a que la realidad lo golpeara aun seguía.

-quiero que entiendas una cosa teme- otra palabra, que hizo que el corazón del moreno saltara hace mucho que no la escuchaba – siempre, pese a todo tu aun sigues y seguirás en mi corazón, así que no mas preocupaciones- como respondiendo a su temor, el moreno abrió sus ojos negros con sorpresa, tal parece que el rubio ya no era ese mocoso del cual el había dejado otras.

-Naruto- fue como gloria para los odios del rubio el escuchar su nombre en labios de ese moreno - solo por esta vez dejare que entres, solo por esta vez te lo diré… -  pero no termino la oración  al notar unos labios sobre los suyos, correspondiendo el contacto lo tomo por la cintura  en un abrazo posesivo, definitivamente no iba hacer  fácil dejarlo ir.

Ese calor peculiar en el rubio lo embriago, el contacto fue mas demandante y antes de que perdiera el control lo miro, le beso la mano y lo tomo con firmeza y esa sonrisa que creyó perdida volvió, sincera que solo el rubio conocía.

-Definitivamente aun te sigo amando- de nuevo el moreno se sorprendió, no le extraño después de todo  es el ninja numero uno en sorprender.

-quiero que esta noche perdure para siempre, aun que no me encuentre quiero que siempre la recuerdes- y esta vez fue el ojiazul el sorprendido.

-En ese caso, tatúa  todo tu ser en mi piel- un beso  –en mi corazón-  otro beso  –en mi alma- y una sonrisa picara apareció entre sus labios del moreno.

Esa noche los únicos testigos fueron las estrellas y la luna; pidiéndoles  ambos chicos en silencio, que sus voces aun que no se escuchen perduren en sus mentes, sus recuerdos nunca se olviden,  y que sus corazones nunca dejen de latir uno por el otro.

El amanecer  llego y con ello la soledad volvió mas no dejaron que esto los opaque el recuerdo de la noche anterior aun vive y con ello las palabras dichas por ambos aun se escuchan.

Una sonrisa melancólica se poso  en  el rostro del rubio y unas palabras surcaron su mente unas que hicieron llenar su alma –te amo- un sincero sentimiento, si, se dio el lujo de decir el moreno, sigue vivo el recuerdo, y  juro ver  en  la mirada de Sasuke un brillo, un resplandor en aquellos  ojos negros que tanto amaba, que logro hacer que le rubio se sintiera seguro de pensar y creer que algún día lo volvería a  ver.

El moreno que aun le costaba no mirar atrás, no lo resistió; las palabras dichas por el ojiazul aun seguían latentes y de pronto se dio cuenta que aun así aun que el quisiera seguiría pensando en el hasta el final.

Ambos mirando al cielo sonriendo y sintiéndose mas unidos, unidos por el mismo  hilo, entendieron que sus almas  se habían encontrado y que el destino ya se encargaría de unirlos de nuevo.