1. Entre libros se entiende la gente.

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Última hora del día. Las ganas que tenía de que acabaran las clases no estaban escritas en ningún lado. Suspiró y miró al frente, perdiéndose entre las curvas de su profesora, ventajas de estar al final de la clase, podía mirarla hasta hartarse que no se daría cuenta nunca.

Volvió a suspirar, a la vez que apoyaba su frente en el pupitre. Tenía que tratar de olvidarse de ella. El año que viene sería su tutora en las prácticas y si no trataba de intentar que se le quitase el encoñamiento que llevaba encima, lo iba a pasar verdaderamente mal.

Sonó el timbre del final de la clase y pegó un salto en el sitio debido al susto que le dió. Empezó a recoger las cosas y al levantarse, la cremallera de la mochila se rompió y se cayeron todos los libros y el estuche que tenía dentro.

Bufó y se agachó para recoger todo. Después de un rato, tomó consciencia de que estaba solo en el aula, por lo menos, no tendría que pelearse por salir de los primeros. Cuando tuvo todo recogido, se levantó y cogió la mochila entre sus brazos, procurando que no se le cayera nada de nuevo. Iba a salir por la puerta cuando oyó su nombre de los labios de quien menos esperaba.

- Joel, espera...-

Su cuerpo se tensó y se crispó al mismo tiempo, notando como su corazón intentaba salirse del pecho. Se dio media vuelta y fijó su mirada en su profesora, viéndola apoyada en el borde de su mesa, con los brazos cruzados y ese vestido negro ajustado a toda su figura. Tragó y se acercó a ella despacio.

- Dígame profesora...-

- Verás, esta tarde y este fin de semana tengo que hacer inventario en la biblioteca y habia pensado que quizás querrías ayudarme... A lo mejor podría subirte unas decimillas el último examen para conseguir ese diez que tanto quieres, al fin y al cabo, el trabajo en la biblioteca cuenta como trabajo de la asignatura asi que... Quieres?-

Lo pensó. Quería ese diez para que no se le fastidiase la media, pero iba a estar a solas con ella. Y eso era peligroso. Mucho.

Antes de que pudiera pensar nada más, su boca se abrió para darle una respuesta.

- Vale.-

Vio como sonrió y se acercó a él para revolverle un poco el pelo.

- Genial, gracias. Te espero en la puerta principal de la biblioteca a las 19, vale? Aunque esté cerrada, tengo llaves así que no te preocupes.-

- Vale. Adios...-

Se dio media vuelta y salió con prisas por la puerta. Cuando salía por la puerta de la universidad hacia su casa tomó consciencia, parándose al instante.

Iba a estar a solas. Con su profesora. En la biblioteca.

A solas.

Cogió aire, intentando asimilar la información. Pero en que momento...? Meneó la cabeza, echando a andar hacia el coche, notando como sus manos temblaban mientras iba sujetando la mochila.

Cuando estuvo sentado en el interior del coche empezó a conducir hacia su casa, pensando en la suerte que tenía... o no.

***

Eran las 19:00h y estaba en la puerta de la biblioteca esperando mientras jugaba con el móvil. Apenas quedaban estudiantes en el campus, asi que dudaba que fueran a tener muchas interrupciones.

- Joel! Llevas esperando mucho tiempo?-

Levantó la mirada y la vio con un montón de papeles entre los brazos, por lo que se acercó a ayudarla.

- No se preocupe profesora, he llegado hace nada y estaba jugando con el movil para entretenerme...- Su voz se fue apagando levemente cuando la vio de agacharse enfrente de él para abrir la puerta, mostrándole ese atributo que tanto le encantaba de ella.

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