1

4 1 0
                                    

Julia me agarró del antebrazo y tiró de él hasta llegar a la puerta de mi habitación.
165B
La habitación donde iba a estar a estar viviendo los próximos 4 años. Mis ansias de conocer a mi compañera de piso hicieron que entrara inmediatamente.
Wow.
Era...bien, estaba bien.
Nada más entrar por la puerta había un sillón a la izquierda y dos puertas en frente tuya. Literalmente, no había nada más. Un sillón y dos puertas, a las dos habitaciones.
Una de las la mía.
Con todos los nervios, me había olvidado de Julia. Quién estaba parada enfrente de la puerta mirando al pasillo con cara de asombro.
-Joder...- suspiró
-¿Qué?¿ no te gusta la habitación?
-No, no es eso, es que...
-Está buenísimo
No pregunté, supuse que se refería a otro de los cien chicos que se había quedado mirando en cuanto entramos en el campus.
Como me di cuenta de que Julia estaba demasiado embobada mirando al chico, para coger mi maleta, decidí salir al rellano de la puerta para coger esta.
Julia me paró antes de que pudiera agarrar mi valija.
Ante esta sorpresa subí la cabeza para mirara la cara de Julia, cuando vi a alguien de reojo.
Noté cómo una mirada me perseguía. Giré la cabeza y le vi.
Era él.
Estaba ahí.
Justo a mí lado.
Su pelo castaño oscuro, esos marrones ojos posados en mí. Sus rosados labios llenos de mis pasados deseos de ser besados.
Él me reconocido, lo supe por su mirada. Parecía sorprendido a la vez que triste, extraña mezcla.
Dormida en mis pensamientos me desperté cuando sus anchos y largos brazos me atraparon entre ellos.
¿Qué hacía?
¿Por qué me había abrazado?
Nunca lo había hecho.

Él y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora