03 ;

3.1K 251 14
                                    

Cuando despertamos, yo aún seguía abrazada a algo. Levanté la vista y pude observar como Mark dormía plácidamente. Era tan bonito que me hacía sonrojar. Su abrazo no había aflojado aún, por lo que no podía moverme. Aunque eso no era del todo malo, ya que tenerlo tan cerca me hacía sentir protegida.

 

Murmuró cosas en sueños que no entendí, hasta que abrió los ojos y me miró. Al instante que se dió cuenta de mi presencia, apartó el brazo de mi cuerpo y se puso de pie.

 

— ¿Qué hago yo aquí? ¿Qué pasó anoche? —  Parecía asustado por algo. Seguro se pensaba que había hecho algo malo. —  ¿Y por qué te estaba abrazando?

 

— Tranquilo Mark...no hiciste nada. Simplemente viniste a mi cama y me abrazaste. Y por mucho que lo intentara no me podía soltar. Lo siento, debería haberte despertado. —  Comenté algo apenada. Quizás se había enfadado.

 

— No...no te preocupes. No fue tu culpa. Soy sonámbulo. — Dijo mientras se daba cuenta de que estaba en ropa interior. Metiéndose de nuevo en la cama para taparse. Estaba sonrojado.

 

Me di cuenta también de que no estaba precisamente vestida y me enrollé con la sábana. Esperando que él se fuera de la habitación. — ¿Que hora es? — Me dijo mientras se intentaba poner la camiseta que había dejado a un lado de la cama por debajo de las sábanas.

 

Miré mi móvil y le contesté. — Las siete y media. — Un suspiro se escapó de sus labios.

 

— Menos mal, entonces nadie nos verá aquí, están todos durmiendo. —  Asentí y dejé que se pusiera de pie. —  No le cuentes a nadie esto, será nuestro pequeño secreto __. —  Reí un poco, observando su sonrisa inocente y a la vez encantadora. Estaba apoyado en el marco de la puerta, y yo aún seguía enrollada en mantas. — Recuerda que debemos jugar de nuevo, te ganaré. —  Dijo, a continuación se marchó.

 

Me vestí, con una radiante sonrisa en los labios. Cuando escuché como alguien tocaba mi puerta. Cuando estuve vestida por completo, abrí la puerta. No pude tener más cara de sorpresa cuando Jackson entró en mi habitación, cerrando la puerta tras de sí.

 

— ¿Qué haces aquí? — dije intentando sonar lo más amable que pude.

 

— Vengo...a disculparme. — Suspiró llevando una mano a su cabeza, comenzando a rascarse la nuca. — Ayer fui un completo idiota. No debería haber hecho nada. Verás...cuando bebo me vuelvo loco. Lo siento tanto, son mis sinceras disculpas. Si no quieres hablar conmigo lo entenderé. —  Asentí al escucharle, Mark ya me había contado sobre su problema con el alcohol, por lo que pude aceptarlo.

 

— Está bien, no te preocupes. Estás perdonado. — Le dirigí una amplia sonrisa.

 

— Boh, ¿en serio? No sabes como me alegra eso. —  Comentó mientras el también sonreía. — Ahora que hay una chica en la casa...¿puedo pedirte un consejo? — Me extrañó escuchar eso de "una chica en la casa" pero le dije que sí.

 

Se sentó en la cama y palmeó esta para que también me sentara yo. Reí por su manera infantil de actuar y me senté a su lado. — Claro, pide lo que quieras.

 

— Verás...desde hace un tiempo. Hay una chica que me gusta mucho. Se llama Jenny. —  Asentí escuchando todas sus palabras con atención. — Pero no se como llamar su atención. Ella y yo nos conocemos desde secundaria. Y sabe que soy un idol ahora. Pero está decepcionada conmigo. Dice que he cambiado, que me he convertido en un completo egocéntrico. Aunque eso no sea verdad y solo muestre ese lado cuando hay cámaras de por medio. — Bajó la mirada, algo avergonzado.

 

— Tienes que ser tú mismo Jackson. Si le demuestras que en realidad no eres así, supongo que te corresponderá. Y si no, no es la chica indicada. — Le dije mientras palmeaba su espalda. No es que fuera una experta en dar consejos sobre el amor, pero al menos intentaba algo.

 

— Pero es que no me da la oportunidad. Siempre que intento mostrarle como soy en verdad nunca me presta atención. —  Dijo mientras levantaba la vista de nuevo.

 

— Pues llévala a un lugar especial, pon música o algo por el estilo y confiésate. Hazlo con delicadeza. — Le sonreí de nuevo, esperando que mi consejo le sirviera.

— Está bien, haré eso mañana. — Dijo mientras ampliaba su sonrisa. —  ¡Muchas gracias __! — Me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Yéndose de la habitación mientras pegaba saltos. Me reí.

abrázame fuerte » markDonde viven las historias. Descúbrelo ahora