Superheroes in Chicago.

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PARTE 1. Reconocimientos.

 

Entonces el amor será coronado con dulces recompensas,

Bendecido con esperanza y plenitud.

Desearía montar aquel corcel, desenvainar la hoja,

Y perecer entre los aullidos de la batalla.

            

                  Passion - Charlotte Brontë

Capitulo 1 - El almacén de cerillas.

Una estúpida risita, nada común en mí, salio de mi garganta como el suave gorgoteo de un pájaro.

El chico me cogió de la mano y abrió la pesada puerta de aquel abandonado almacén de cerillas con un gruñido. La puerta chirrió al abrirse, y una nube de óxido me hizo estornudar.

El sitio estaba bastante oscuro y olía a humedad, pero este hecho no parecía molestar mucho al chico.

Me cogió de los hombros y me empotró contra la pared.

-Yo nunca suelo hacer estas cosas... - le dije con una risita.

Y era verdad, no solía dejarme llevar por la locura humana, pero cuando estaba enfadada solía tender a hacer bastantes estupideces.

-Siempre hay una primera vez para todo - me dijo acercándose.

Atacó mis labios con fuerza, solté un gritito de sorpresa.

Mientras le besaba, comencé a distraerme, uno de mis grandes defectos, y le analicé mentalmente.

Era el típico tío bueno, que estaba acostumbrado a conseguir a todas las chicas, para dejarlas cuando se cansaba de ellas. Todo el mundo seguramente pensaba que era cruel, aunque la mayoría de los humanos solían desconocer el verdadero significado de la maldad, uno de sus peores defectos, eran extremadamente ingenuos. Sus ojos no les permitían ver más allá de sus narices. Ni ver, ni creer.

Le aparté con suavidad para poder respirar, me estaba agobiando bastante.

-¿Qué pasa? - me preguntó malhumorado.

Reprimí el deseo de estrellar mi puño en el arco de su perfecta nariz. ¿Qué creía? ¿Qué solo por el hecho de ser guapo me tenía que gustar lo que estábamos haciendo? Maldito idiota...

Miré fijamente hacia sus inocentes ojos verdes...

¡Solo era un humano! ¿Por qué me enfadaba tanto? Además no seria una lucha justa, no estaríamos en igualdad de condiciones, le tumbaría en el primer asalto sin que hubiera evaluado sus posibilidades si quiera...era gracioso ver como cambian las cosas según la perspectiva con que las miraras...

-Nada, cielo, solo eres un poco bestia, ¿no te lo habían dicho antes?

Parecía confundido, no era el tipo de respuestas que le daba una chica después de haberla besado...

-Pues no...

-Es broma. - le dije con una sonrisa. - ¿Por donde íbamos?

Me miró con intensidad y estaba a punto de volver a besarme cuando...

Un sonido alto y desagradable salió de mi bolsillo. Saqué el clatón con una mano y lo miré. ¡Oh, no! El pequeño botón naranja de la izquierda estaba encendido. ¿Qué mierda pasaba?

-¿Qué es eso? ¿Es un móvil? - me preguntó el chico.

-Me tengo que ir. -Le dije y me deshice de su abrazo rápidamente.

-Espera. -Me cogió del brazo- Todavía no hemos terminado.

-De hecho, hemos terminado. Fue divertido, monada, pero la próxima vez que estés con una chica intenta no empalmarte, es de mala educación.

Me fui por la puerta, muy satisfecha de mi misma, y dejándole con cara idiota...

Cuando llegue a la mansión de los Goncourt me seguía riendo de la cara que se le había quedado a aquel pobre chaval...

Mathilde me abrió la puerta de la casa con cara de pocos amigos, su cara habitual.

-Llegas tarde Alana - me espetó con su estridente voz.

-¿Qué demonios pasa? - le pregunté.

- James se ha ido otra vez de ''caceria'' sin permiso...

Siempre intentando salvar al mundo. Mí querido Jamie...

-¿Qué problema hay? Tú también lo haces...- le dije entrando en la casa y tirándome sobre el sofá de terciopelo negro, sabía que odiaba que hiciera eso.

-Ya, pero a mí nunca me pillan, James siempre intentando llamar la atención...

-¡Deja de insultarle! Además si tanto te molesta que vaya iré a por él... - me ofrecí y me levanté del sofá de un salto.

Una sonrisa maliciosa apareció en su cara.

-No va a ser necesario, Mindy ha ido a por él.

¡Maldita sea Mindy, su estúpido acento sureño y sus estúpidos tirabuzones perfectos!

-¿Te molesta? - me pinchó.

La fulminé con la mirada.

-¿Porqué me iba a molestar? Al contrario, menos energía gasto...-mentí.

-¿Sabes qué? No me lo trago...

-¿Sabes qué? - la dije imitando su tono- ¡me aburres!

-Eres muy mala cambiando de tema.

-Y tú eres muy buena metiéndote en la vida de los demás.

-No me...

Pero nunca llegaría a saber cual sería la respuesta de Mathilde, ya que la puerta se abrió en ese mismo instante. Por ella entraron un chico alto y despeinado y una chica que no me caía precisamente bien...

Mindy me miró sorprendida.

-¿Alana? ¿Qué haces aquí? Lo tenía todo controlado, no tenías que haberte molestado...-dijo con ese horrible tonito de ''somos las mejores amigas del mundo''.

La ignoré y me volví hacia James.

-¿Otra vez metiéndote en líos?- le pregunté con una sonrisa.

-Sabes que si.

-¿Y qué tienes?

-Pues...teníamos a tres. Y cuando tenia el cuarto a dos ondas ha venido la señorita Mindy - la miró con un mohín dibujado en la cara- y ha escapado...

Mindy dejó escapar una risita y le miró.

-Solo intentaba protegerte de ti mismo, cuando estás cazando solo piensas en eso y te olvidas de tu propia seguridad.

-Eso es cierto...bueno...por esta vez te perdono.

¿Y todavía me preguntaba porqué la odiaba tanto? Esa complicidad jamás la alcanzaría conmigo.

-Yo...me largo.

Me dirigí hacia la puerta pero una mano me agarró por la muñeca. Era Mindy.

-Tenemos que hablar de algo. - me guiñó un ojo.

-¿De qué?

-Sobre lo que has hecho en cierto almacén de cerillas...

-Cierra la boca y deja de espiarme.

Y entonces me fui.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2011 ⏰

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