Andrew
Iba llegando dos horas tarde y aun así carecía de interés en apurar el paso. Que no me despertase mi madre en la mañana nunca había sido tan inconveniente. La barcaza había arribado en la isla con demora gracias a la inesperada tormenta de anoche. El vendaval, los truenos y las marejadas labraron mi ansiedad durante el viaje, como si no tuviese suficiente ya. Sentía como si el cielo se estuviese cayendo y que con cada trozo que se estrellaba contra el suelo o el mar crecían las posibilidades de originarse un tsunami que se tragase todo el archipiélago. El chofer del bus tan solo se rio cuando ingenuo le confesé mis temores.
"Si vas a vivir aquí te tendrás que acostumbrar, siempre que me toca venir es lo mismo. Incluso ahora el temporal parece amable. ¡Ha habido peores!" Gracias viejo culiao, pase el viaje entero con doble cinturón de seguridad por su culpa.
Estar lejos de mis padres siempre fue un sueño utópico y lejano, pero ahora que por fin abrazaba esa realidad comenzaba a sentirme inseguro. "Ha sido un mal viaje, solo eso", me dije todo el día. No podía retractarme tan rápido ahora que al fin cumplía mi anhelo de escapar del control. Todavía no entendía cómo fue posible que ellos mismos hayan decidido darme la opción de irme lejos de su supresión. ¿Acaso ya se habían aburrido de mí?
"-¿Están hablando en serio? –No lo creía. ¿Ellos querían que yo tomara la decisión final?
-Sí, es lo mejor para ti. –Mamá suspiro mientras sostenía su rojiza cabeza con la mano. No se veía para nada convencida, ¿Por qué lo hacía entonces?- Es lo mejor para ti, te ayudara a cimentar tu futuro. Lo que mueve el mundo es la Magia y ahora que tú puedes usarla no debes dejar pasar esta oportunidad. ¿Quieres ser un mago sí o no?
-S-Si...No lo sé...–Baje la mirada hasta mis piernas bajo la mesa. Mis vagos sueños de seguir algún día la carrera de ingeniería en robótica terminaban por desvanecerse. La telequinesis me hubiese ayudado en aquel trabajo, pero claro, se iba a desperdiciar mucho de su potencial usándola solo para mover piezas metálicas- No quiero irme de la casa tan pronto...No estoy listo, ni siquiera se mover bien las cosas... -Comencé a sentir calor en el rostro y mis ojos se tornaron acuosos. "Cuanto odio llorar por todo" Ni siquiera sabía que quería realmente, este año todo había sido muy rápido y confuso. La repentina aparición de mis poderes, mis padres descubriéndolos, lo de Max...
-Allí van chicos como tú, inexpertos, novatos. Es una escuela, van a aprender. –La siguió Papá- Te la pasas diciendo que te encantaría estar solo sin que nadie te moleste, que tu escuela es mediocre, que no te gustan tus compañeros, vives quejándote. Ahora tienes la oportunidad de cambiar todo eso. –No decía ninguna mentira, pero exageraba. "No odio mi vida, solo varias cosas de ella". La constante presión de mantener oculto mi secreto desembocaba en tener un semblante y animo de mierda. Admito que hay días en que ni siquiera yo me soporto, y mis padres tampoco lo hacen precisamente más fácil.
-¡Pero tengo mi vida aquí! No puedo simplemente irme y dejar todo tirado. –Eso era exactamente lo que quería, aun me pregunto porque me costaba tanto admitirlo en ese momento. Quizás al estar frente a la oportunidad perfecta y anhelada uno puede comenzar a tener dudas.
-Puedes y debes, quizás no hayan más oportunidades como esta en el futuro...Entiéndelo, por favor. –Por primera vez en la discusión me encontré con los ojos de mi madre, estaban irritados y lagrimosos en contraste con su voz decidida y de mando. ¿Porque sufría?, era ella misma quien me insistía para que me fuera. Al toparse nuestras miradas repentinamente miro a otro lado y se secó con la manga los pómulos humedecidos.
-Andrew, sabemos que no es nada fácil...–Confeso Papá. Me dio la impresión de que este sería el típico dialogo en que pareciera que logran empatizar conmigo pero justo a media oración cambian el rumbo de la idea-...Es por eso que dejaremos que tú tomes la decisión. –Decir que quedé descolocado es poco."
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La crónica Interminable
Teen FictionSe conoce como 𝑀𝑎𝑔𝑖𝑎 al efecto sobrenatural producido por la energía vital de un individuo. Dicha energía proviene desde los sentimientos y emociones; el amor, el odio, el miedo, el coraje. No se sabe con exactitud el momento exacto desde su ap...