Capítulo Uno

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"Conocer nuevas personas te hace sentir nuevo"

Mi vida ha sido en mayoría mudanzas, eh visitado demasiadas ciudades y todo a causa del trabajo de papa, al principio estaba convencida de que estudiaría en un colegio instaladamente y se me hizo demasiado difícil dejar atrás a la personas con las que ya había con-vivido varios meses, luego de haber pasado por tres distintos colegios primarios papa decidió no invertir tanto dinero así que deje de estudiar, aunque al principio a cualquiera le gustara, simplemente a mí me hacia falta.

Siempre eh tenido el bastante respeto hacia madre y padre, nunca les eh alzado la voz, no digo palabras prohibidas o para ser más claros, nunca eh dicho una palabrota o grosería que es... exactamente lo mismo pero... Bueno, siempre los eh tratado con el mayor respeto igual que a mis mayores y en el último mes mi padre se le fue asignado un puesto por el cual ya no tendríamos que salir de la ciudad cada 2 meses. La casa a la cual veniamos a vivir era de dos plantas en un color pálido Beish, no me importaba lo demás solo mi recámara que lleva una ventana que ilumina toda la recámara

-¿Ya has terminado de arreglar tu recamara?- preguntó mama desde la puerta, sorprendiéndome por completo, di un pequeño salto del susto

-Si mama, solo pondré mi ropa- le respondí con mi voz aguda, asintió y salió de la habitación, apesar de haber faltado a la primaria era demasiado inteligente para mis años se preguntarán ¿Cuántos años tengo? Pues en este momento tengo 11, cumpliré 12 dentro de poco y aprovecho de mi edad, mama me enseñó desde que tengo memoria, no sé realmente años atrás, pero siempre me dijo que no importaba la edad, que aprovechara de cual edad tuviese para hacer las de mi edad pero aunque le hago caso eso... realmente no me emociona, pero no es algo que deba discutirle a mama porque en sí todo era por mi bien. Guardé mi ropa y cambie la ya puesta, poniendome un vestido blanco con una cinta rosada, como ya sabía peinarme, lo hice, en una coleta alta y baje

-¿Quieres comer algo cariño?- me preguntó

-No mama, muchas gracias- le respondí

-Si quieres puedes salir mi amor- me dijo, era una opción y quería

-Mama, entonces estaré cerca, no me perderé- le dije

-Bueno, te llamaré cuando sea hora de entrarse- asentí y salí, habían demasiados niños jugando, así que me sentí tímida, caminé mirando como los demás jugaban a la pelota, avión y cosas más, a mí no me llamaba la atención los instrumentos de juego, más bien para mí eran los de música. Mis ojos se clavaron en una güitarra y me acerqué lentamente a ella, no había dueño alguno que demostrara que era suya, la cogí mientras nadie veía y me senté la admiré un tiempo y luego comencé a tocar una melodía que yo misma había inventado, solo tenía ritmo pero no pasaba a verse como una canción por ausencia de la letra y yo definitivamente no llevaba con ello

-Que linda melodía tocas- se me paró en frente un chico de unos 12 años

-S-si, la invente yo misma- le dije tímida

-¿Podrías por favor pasármela?- me preguntó

-No puedo prestarla, es mia- mentí, por primera vez había mentido pero no era grave

-¿Si?- preguntó el chico inseguro

-Sí, valío mucho, no quiero dañarla- mentí de nuevo, rayos esto se sentía horrible

-No lo dudes, valió centenares de coronas- suspiró y asentí -Una güitarra así vale mucho- me dijo

-Era especialmente para mí- Merecía la muerte por contar con estos apretones que me daban al pronunciar una sola palabra que ni siquiera marcaba la verdad

We Are A Best Friends "Justin & You"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora