El shinobi y el ángel de la nieve

Prólogo

Primero que nada, por lo que leí de la historia y la investigacion corta que hice, no se sabe cual es el apellido de rei de soltera, así que el escritor decidió ponerle Yuki (muy original no?), solo para que sepan eso.

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Enji Todoroki generalmente no era un hombre feliz. Cualquiera que lo viera lo describiría como frío, insensible y enojado. Muy lejos de sus años de juventud, pero no lo entendieron. Nadie lo hizo. No importa lo que hizo Endeavour, no importa cuánto lo intentó, no pudo lograr su mayor sueño; Para superar All Might.

Enji ya se había convertido en el héroe profesional número 2 hace algunos años, pero eso era todo. Número dos. Segundo. Siempre el segundo mejor. No importaba que se entrenara hasta los huesos todos los días, ni importaba cuántos casos resolviera.

A pesar de que tenía la mayoría de los casos resueltos y las misiones exitosas cuando tenía poco más de veinte años, no estaba más cerca de su objetivo. Independientemente de todo el bien que hizo (al diablo con sus intenciones) y de las vidas que salvó, todavía estaría a la sombra de All Might.

La gente se burlaba de él, se burlaba de su sueño. No en su cara, por supuesto, estaban demasiado asustados. Pero los susurros silenciosos llegaron a sus oídos de todos modos; Cómo no tenía ninguna posibilidad de superar el Símbolo de la Paz, cómo siempre caería ante el Poder.

Tanto de All Might, como de ese hombre. Pero principalmente All Might. Ese hombre no era el número uno, después de todo.

Esa gente era idiota. La sociedad había confiado demasiado en All Might y se habían vuelto complacientes. Pusieron todas sus esperanzas y sueños, todas sus expectativas en un solo hombre. Esta gente lo había idolatrado tanto que se convirtió en eso; un ídolo. No es real, no es humano. Un símbolo.

Cuando cayera, también lo haría la paz que simbolizaba con tanto cariño.

Fue esta mentalidad la que lo llevó a su actual dilema. Todos creían tanto en All Might que se negaron a intentar superarlo. Se rindieron, pensando que era imposible. Y cuando Enji aún persistió, se burlaron de él. Para él, All Might era un pico insuperable; uno que todos los demás habían renunciado a escalar. Se reiría en sus caras cuando lo consiguiera. ¡Los tontos! Les mostraría, les mostraría a todos.

Pero hoy, Enji estaba de buen humor. La razón de este raro suceso era simple: tenía una solución. Enji se había dado cuenta de una cosa a lo largo de los años; Lo único que lo retenía de su sueño ahora era su Quirk. Hellflame era poderoso, excepcionalmente. Pero tenía un defecto fatal; Temperatura. El uso prolongado de su Quirk haría que su cuerpo se sobrecaliente, lo que afectaría sus facultades y movimientos. Tal cosa era inaceptable en una pelea, por lo tanto, necesitaba ser arreglada.

Y había encontrado la solución. Enji se había enterado recientemente de una familia de usuarios de Ice Quirk. La familia Yuki, se llamaban. Irónico. Cada miembro tenía una variación diferente, pero la esencia era la misma. Controlaban el hielo y el Quirk era hereditario. Eso es todo lo que Enji necesitaba saber. Los Yuki eran una familia de clase media y vivían en una de las áreas relativamente más acomodadas de Musutafu.

Un Ice Quirk para enfriar su Fuego y su Fuego para derretir el Hielo. Perfecto.

Lo más importante de esto era su hijo; Una hija, solo unos años más joven que el propio Enji. Ella también había heredado el Ice Quirk, que era lo que Enji quería. Deseaba ese Quirk, y lo tendría. Para el cumplimiento de su objetivo, era una necesidad.