🔞~Nueva Misión~🔞

Cap I - Vigilar

La idea de Dazai sobre pulir ahora a dos nuevos diamantes seguía siendo algo que ni Akutagawa ni Atsushi lograban comprender, de hecho, ni siquiera sabían por qué tanta insistencia para ponerlos a colaborar a pesar de pertenecer a diferentes organizaciones, y peor aun, dos organizaciones enemigas.

"La mente de Dazai es algo que simplemente no puedo entender", pensó Atsushi, "hace algunas horas solo pensaba en maldecirlo por esto, pero..."

-aaahhh...

"Creo que es mucho mejor de lo que imaginaba".

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-Atsushi-kuuuun~ -Fue lo primero que escuchó el albino al entrar a la Agencia por la mañana, provenía de Dazai, quien se encontraba sentado frente a su escritorio, se sorprendió mucho al notar que el castaño había llegado antes que todos, pero ese sentimiento de sorpresa se desvaneció y fue reemplazado por la idea de que le pediría algo, tal vez le pediría escribir todos sus reportes atrasados y realizar su papeleo matutino, y la idea se amargó todavía más al imaginar a Kunikida regañandole por acceder a la petición.

-B-Buenos días, Dazai-san. -Salió de su boca un tono de angustia.

-¡Bueno días!, dime, ¿qué tal dormiste?, ¿descansaste? - Dazai estaba lleno de energía.

-¿Eh?, ¡Ah!, B-bien si, ¿usted?

Dazai no le respondió, en su lugar le hizo una seña con la mano indicando que se acercara, tomó vuelo y caminó hasta llegar a su asiento que estaba a un lado del suyo, se sentó y acercó al castaño, quedando uno frente al otro.

-Dime, Atsushi-kun, ¿qué tan disponible consideras que estás? - "¡LO SABÍA!" pensó el albino.

-¿P-por qué, Dazai-san?, ¿necesita algo?

-Solo responde.

-Uhm, bueno, no tengo ningún papeleo pendiente hasta el medio día, así que estoy libre toda la mañana.

-¡Perfecto! - Celebró el castaño y se levantó de su asiento impulsándose con sus manos recargadas en el escritorio.

-¿Qué sucede, Dazai-san?

-Atsushi-kun, no puedes decir absolutamente nada de lo que está por pasar, ¿está bien? - Habló el castaño ya con un tono más serio, respetando su manía de meter las manos en sus bolsillos.

-E-está bien.

-Sígueme. -Dio pasos largos hasta la puerta. El albino lo siguió con nervios, a pesar de que confiaba en él, le asustaban sus ocurrencias.

Caminaron por un buen rato, Atsushi comenzaba a preocuparse, pues Dazai estaba tomando muchas rutas desviándose por calles que el albino nunca había recorrido, pero lo que más le preocupaba era el silencio del mayor, Dazai no era una persona callada, y no había pronunciado ni una sola sílaba en todo el recorrido. El albino sabía que planeaba algo, aunque no se atrevía a preguntar, pero tampoco podía soportar un segundo más sin saber qué ocurría, así que se armó de valor y habló.

-D-Dazai-san, ¿qué estamos... -No terminó de formular su pregunta cuando el castaño se detuvo en seco frente a un callejón sin salida.

-Vaya, se me estaba haciendo raro que no me preguntaras nada. -Habló Dazai mientras se giraba para observarlo. -Bueno, solo vamos a esperar a alguien aquí.

-¿Alguien?, ¿a quién?

-No te preocupes, llegará en cualquier momento, pero no puedo darte detalles sobre lo que estamos haciendo aquí si él no está presente.