『Started!』

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『Quiero recordar que esto son monólogos internos. Si esto fuera una serie o película, sería como una voz en off.』

☾ ღ —— ¡Vamos a comenzar! —— ღ ☽

『Tú nombre es Jack Conway. Vives en Los Santos desde que volviste tras servir en el ejército y abandonar a tu pelotón cuando creíste que ibais perdiendo; acertaste, a medias. Todos murieron y los cuerpos presentaban un aspecto horrible que te obligo a vomitar mietras tú te encargabas de recocer los cuerpos en la morgue, todos los cuerpos menos tu mentor, del cual nunca se halló nada; se le declaró perdido en combate. Te sentiste desolado, culpable, perdido, como el cuerpo del hombre al que admiras te y considerarse un padre desde el primer momento. Y a partir de ahí, pensaste que estarías solo toda tu vida. Esta vez te equivocaste del todo; pese al miedo y a las secuelas que te deja una experiencia tan traumática como es la guerra, has logrado casarte y tienes dos hijos; Danielle y Matthew. Felicidades.』

— ¡Papa!

— ¡Jack!

Tres voces suenan al mismo tiempo tras el sonido de una puerta siendo abierta y cerrada, acompañado por el tintineo de unas llaves.

『Por tu nulo aguante con, literalmente cualquier persona que no seas tú mismo, poca paciencia, y lo poco sociable que eres, nunca esperaste tener hijos o mujer, y menos después de lo que has vivido en el ejercito. Además, nunca esperaste que tu corazón se agitara de alegría con simples voces. Pero sorpresa, lo haces; lo haces y aunque llevas muchos años así, dudas acostumbrarte algún día.』

...

『Recuerdas una y otra vez como ocurrió todo; el amor en sus ojos, el deseo y la pasión que hubo entre vosotros desde un primer momento, los partos de tus hijos. Lo recuerdas todo y sin embargo, aquella vida parece demasiado perfecta para ser la tuya. Ni siquiera el día en el que os hicisteis pareja alivia ese sentimiento.』

— Eres como un rayo de sol… — El azabache contemplaba a la mujer que estuvo con él desde la noche anterior como si fuera la primera vez que la veía, mientras esta miraba por la ventana. Una semana viéndose no era bastante para dejar de adularla, de observarla. La pelirroja no lleva más ropa que una camisa blanca que pertenece al azabache, también dueño de la casa y los grandes ventanales de la casa dejan a la vista aquello; pero ninguno se preocupa por ese detalle.

La mujer se sorprende al escucharlo; su semblante tranquilo se rompe y deja paso al nerviosismo, antes de ver al hombre que le cautivó nada más olió la sidra de su aroma, desnudo a unos metros frente a ella.

— Siempre dices lo mismo… ¿No tienes una frase mejor para ligar? — tonteaba la mujer, acercándose para abrazarlo del cuello.

— ¿Qué tal "me gustas, ¿Quieres ser mi novia?"?

『Tu deseo por las mujeres siempre fue puramente físico hasta conocerla, y los olores que tuvieran o no, te daban igual; de hecho a veces preferías las betas, solo para que no se te hiciera repetitivo el aroma después de un rato. Pero el olor a rosas que emerge del cuerpo de ella, aunque no pegue en absoluto con tu olor a sidra, te rodea, y tú sientes que lo amarás hasta el día de tu muerte. Tu amor crece cada vez que la ves, y tu deseo de hacerla sentir tuya, junto con el de hacerle saber que tú eres de ella, te hacen ser el alfa más cariñoso y feliz en comisaría cuando el tema es ella.』

...

— Estoy embarazada.

『Si tuvieras que elegir el mejor día de tu vida, dudarías entre este y el día en el que conociste a aquella pelirroja de mirada de jade.』

...

— Se parece a ti, Jack.

— No, se parece a ti. Esa es tu sonrisa brillante y encantadora.

ѕι¢к! •||𝕍𝕠𝕝𝕜𝕒𝕔𝕚𝕠/𝕀𝕟𝕥𝕖𝕟𝕒𝕓𝕠||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora