2

18 2 0
                                    

ECHARTE DE MENOS
Hoy almenos tengo un título mejor, pero bueno. Vengo a hablar de ti.

No somos los de antes. No hablamos, esta semana parece que busques cualquier excusa para echarme odio, o así es como me lo tomo yo. Tengo la sensación, que aunque no sea tanto como antes, me sigues queriendo, claro, si algún día lograste hacerlo.

Y repito, no es una carta de amor. Es de nostalgia. Recuerdo cuando nos empezamos a llevar... pensar que nos conocimos en 2019 y tardamos un año en llevarnos. Pero desde que te conocí, sigo robándote.

No, no he dejado de llevarme contigo. Es por eso que te escribo, porque te juro que lucharé por ti, y aunque me cueste la vida, quiero lograr que te quedes conmigo. Porque no, no eres uno más, ni cuando me dejes voy a quedarme sola llorando. Aparte. Quiero luchar por ti y no quiero dejarte ir tan fácil como robar una maldita servilleta, no.

Hubo dos días en los que llegué con los ojos hinchados a clase, porque la tarde anterior intentaste separarte de mi. Puede que si hubiese sido porque me dejaste de querer me hubiera callado más, pero no me dijiste eso, me dijiste que era porque yo no te quería. Y no sé si la ciega soy yo que necesito gafas de por vida, o tú, que no ves que daría todo por ti y se han enterado hasta los profesores.

Siento celos, muchos. Cuando te llevas con otra como cuando nos llevábamos en octubre, y me jode. Que ahora le quieras más a ella, y no por un invento mío, sino porque lo admitiste. Le quieres a ella. Pero no por ello te voy a dejar atrás.

Te prometo, que aunque solo te gusten mis ojos, que no te voy a dejar ir, no tan fácilmente.

Recuerdo con nostalgia, como me enganchaban tus: "Buenas noches hermosa, te amo muchísimo". Ahora, te digo un simple buenas noches, porque se me hace imposible dormir sin decírtelo.

Estoy haciendo una cosa que jamás pensé que haría, nunca se me podría ocurrir poder enviarte cartas que no ponen ni el anónimo. Pareciendo patética. Pero cuando te dije que te demostraría que te quería, era verdad. No tengo idea de cómo hacerlo, así que hago cartas, pareciendo rota, cuando al que necesitan salvar es a ti. Pero esto es como los mensajes que nunca te dije, pero me quedé con las ganas. Estamos bien, pero no como antes.

Saber que un día me llevé tu chaqueta a mi casa. Inesperadamente tuve un problema grandísimo esa noche, y no podía parar de llorar, cogí esa chaqueta pensando que eras tú, con tu sonrisa carismática, pero falsa, porque tú no estás bien. Cogías, y me abrazabas. Porque a pesar de todo, me querías, y me siento segura a tu lado. Prometo que esa noche, en ese momento, paré de llorar instantáneamente. Después, recibí un "Buenas noches, te amo" tuyo, aunque sabía que no dormirías más de una hora.

Pero cueste lo que me cueste, haré hasta lo que no pueda por ayudarte.

X, yo también te amo.

Cartas para ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora