Irraplaceable [noren]

irraplaceable

⚠️ saltos en el tiempo a cada rato.

—"todos sabían que renjun era el protagonista en la historia de jeno."

El aula estaba hecha un total desastre, alumnos encima de las mesas, una que otra silla junta haciendo una especie de cama extraña en la que un chico estaba durmiendo con un libro sobre su rostro. Papel en el suelo que se habían estado arrojando, gente gritando lo que tenía por decir, gente leyendo los últimos chismes del periódico del colegio y otros practicando la excusa que le darían al maestro de la siguiente clase.

-¿En serio vas a leer eso?-susurró, su rostro apoyado en su mano mientras veía al menor repasar una y otra vez lo que tenía escrito.

-Por supuesto, ¿Por qué no?-pregunto Jeno aún sin mirarlo, muy concentrado en las páginas en sus manos.

Renjun soltó una risa antes de mover su silla para acercarse más al pelinegro e intentar mirar lo que tenía escrito.

-Dejame ver.

-No.-se alejó por fin mirándolo.-Lo vas a escuchar con todos.

-Ese es el problema.-lo señaló.-Vas a ser cursi, ¿Verdad?

Jeno intentó ocultar su sonrisa mientras negaba y cubría su rostro con las páginas donde tenía escrita su tarea. Pues se suponía que cada uno debía haber escrito algo así como "poético, romántico, hermoso..." para alguien especial; dígase sus padres, hermanos, amigos... Pareja. Aquellas habían sido las palabras del maestro. El pelinegro adoraba la clase de literatura del profesor Suh así que obviamente decidió esmerarse para la materia y dar lo mejor de sí mismo.

-No.-susurró finalmente.

Renjun no quería reflejar su sonrisa, no quería demostrar lo tierno que le parecía el menor así que desvió la mirada, justo en ese instante el maestro Suh entró en el lugar.

-Hola.-soltó desde la puerta mientras cerraba los ojos y negaba.-Por favor, hagan lo suyo.-dijo como si estuviera cansado de lidiar con adolescentes.

Literalmente todos dejaron de hacer lo que hacían, los que peinaban corrieron a sus sillas y los que dormían despertaron de repente, Jeno le ofreció una última sonrisa antes de dirigirse a su asiento que estaba algo alejado del suyo por razones... Que aún no lograban entender y aceptar.

La clase estuvo en silencio, todos sentados, no había nada en el suelo, y todos miraban al frente. Ese era el efecto del maestro Suh, el maestro más joven del plantel y por lo tanto el que mejor los comprendía.

-Bien, eso creí.-dijo finalmente entrando y dejando su portafolios en la mesa.-Mmm...-miro alrededor del aula hasta posar su mirada en Renjun y suspirar.-Huang, ¿El cabello? ¿Aún nada?

Renjun se encogió de hombros. El colegio donde estaba no permitía tener el cabello como él lo tenía actualmente, varios maestros le habían dicho que se decidiera por un solo color o no entraría a sus clases, Renjun les hizo caso omiso, porque bueno, ellos no tenían un hermano mayor el cual adoraba experimentar con su cabello. El no le rompería el corazón a Kun, además de que le encantaba como se veía.