La narcotraficante.

Cobarde.

___:

¿Porqué mierda tengo este horrible dolor en el pecho? ¿Será lo que llaman "culpa"? Nose que pasa por mi cabeza en este momento y necesito solucionarlo de alguna manera u otra.

¿Porqué me preocupo tanto de haber desepcionado a este chico? Lo odio, o eso creo, nose, es un constante dolor en la cabeza.

Debe ser el deseo, si eso debe ser, solo es calentura lo que siento por el y eso se quita teniendo una sola noche con el, eso es todo. El problema es hacerlo luego antes de que lo maten, ademas de que el acepte.

Hagamos esto ___.

Me diriguí a la pieza en donde lo teniamos junto al 3er plato de comida, que el aún acepta.

-Justin.- lo llamé, el estaba con ojeras en los ojos y se veía cansado.

-No tengo hambre.-dijo mientras se acomodaba en ese incomodo colchón.

-No me puede importar menos.- conteste frustrada ya.

-Entonces, ¿Para que insistes?- levantó una ceja.

Le sonreí cinicamente.

-Simple: te necesitamos vivo para sacar información.-

-No me puede importar menos.- repitió lo que yo le habia dicho.

Suspire mientras le dejaba el plato de comida en su cama.

-Haz lo que se te de la gana, solo intento ser amable.-

Rió sarcasticamente.

-¿Amable? No eres amable, por más que lo intentes, no lo eres porque solo eres una niña asustada, que oculta sus sentimientos siendo una perra.-

Me quede en silencio, ya me ha llamado tantas veces perra que hasta ya lo considero un sobrenombre

-¿Qué tratas de decirme?-

-Cobarde.-

-Solo hago mi trabajo.- trate de defenderme, porque es verdad, solo hago lo que me piden.

-Tu podrias perfectamente salir de esto, pero decidiste meterte en un grupo de narcos. Por eso eres una cobarde.-

-Exacto, eso lo decidí yo, yo quise meterme en esto, no te incumbe lo que yo haga o hice.- estaba apunto de darle un puñetazo, lo juro.

-Lo decidiste porque no tenias donde ir, no tienes a nadie que no sea tu hermano, estás atascada aquí y lo sabes, por eso eres una cobarde.- exclamó.

Yo lo mire por unos segundos, roja de la rabia y le tire la comida en su cara, este se exaltó.

-¡No sabes nada de mi! ¡Simplemente no sabes! ¡Imbecil!- le empezé a dar manotazos hasta que Sean entró corriendo.

-¡¿Qué sucede aquí?!- me separó de Bieber, este solo me miraba con rabia.

-¿Qué le hiciste a mi hermana?- preguntó denuevo.

-Le hice ver la realidad.- contestó más calmado.

Sean suspiró frustrado y me saco de la pieza, este entró denuevo dando un portazo.

Lo primero que hize al estar afuera fue sentarme en el suelo y taparme la cara con enojo.

Él puede que tenga razón y eso es lo que más me molesta.

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