Después de esa conversación ambos durmieron en la habitación de Maki, Kaito ya no tenía fuerza para nada. Y así fue cómo comenzó la cuenta regresiva, así fue cómo la muerte se acercó cada vez más a Kaito. Vivieron cada segundo, cada minuto y cada hora juntos como sí fuera la ultima. Rieron, lloraron, bailaron, cantaron.
Maki lloraba por las noches sabiendo qué algún día estaría sola de nuevo, pero qué no podía dejarse ver así de frágil ante la persona qué más amaba. Mientras, Kaito la escuchaba llorar y se odiaba por no haberse cuidado y prevenir todo este dolor.
2 semanas después Maki invitó a Kaito a ver las estrellas fugaces, en él periodico leyó qué se vería Saturno muy bien, seguramente a Kaito le iba a interesar. Llegó la hora de la cita, Maki se puso él vestido qué le había regalado Kaito en su cumpleaños, ella dijo qué jamás se lo pondría pero ese día era especial. Kaito se arregló también, sabía qué Maki se esforzo en la cita. Al verse ambos quedaron alucinando de cómo brillaba él otro. Él tiempo paso y a las 11 p.m empezaron a apsar las estrellas fugaces, Maki jamás había visto unas antes y Kaito le hablaba a Maki sobre la belleza de las mismas. Poco tiempo después Maki mencionó:
Mira Kaito!, eso es Saturno ¿no?
Sí Maki-Roll, es Saturno
K-Kaito, ahora qué hablamos de Saturno tengo una especie de poema qué quería decirte, así qué ponte comodo
Ok!, Maki-Roll
Kaito se puso en los regazos de Maki y cerró los ojos. Maki sacó una hoja y comenzó a leer:
Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte
Todos los besos que me imaginé vuelven al lugar donde los vi crecer
En Saturno viven los hijos que nunca tuvimos
En Plutón aún se oyen gritos de amor
En la Luna gritan a solas tu voz y mi voz(Extraído de la canción Saturno de Pablo Alborán)
Pidiendo perdón, cosa que nunca pudimos hacer peor
Te amo Kaito, quiero estar contigo para siempre, gracias por enseñarme a amar, por enseñarme a leer las estrellas, por enseñarme a amarme y a amarte…¿K-Kaito…?
…
¿¿KAITO?!
Perdón Maki-Roll, eso f-fue hermoso. Pero no tanto cómo tú, mi tiempo llegó, te amo Maki, te amo demasiado y estaré contigo siempre, siempre. Desde la luna, las estrellas y desde Saturno te miraré y protegeré, nunca me olvides Maki, te amo
Diría Kaito antes de morir en los brazos de su amada, Maki Harukawa. Kaito Momota y Maki Harukawa la pareja qué se robó Saturno.
Fin.