From white to grey
¿Se imaginan vivir en un mundo donde tienes que cuidarte de la oscuridad ya que hay criaturas que despiertan al anochecer?
Pues yo vivo en uno así.
Si eres una persona con sentido común, lo normal sería pensar en encerrarte en casa y rezar por que en la madrugada no entre alguien... o algo, y termine con tu vida en ese mismo instante.
Una persona con sentido común, es normal que tenga miedo ante eso.
Pero yo no soy normal.
En ningún aspecto y en ningún sentido de la palabra.
Muchos me dicen que sería genial estar en mi posición, dicen que ser pariente directo de un rey debe ser lo mejor que me pudo haber pasado.
Hablaré con honestidad.
Yo realmente odio estar en este castillo innecesariamente enorme.
Y es que, no importa el oro, no importa el poder, no importa todo lo que tengo gracias a mi padre. Nada de eso importa cuando estás en la completa soledad, volviéndola tu mejor amiga.
Lo realmente bello de esto era el exterior, porque no importa cuantas veces mi padre me recalcaba lo peligroso que sería el salir y ni hablemos de lo permanentemente prohibido que me tenía abandonar el castillo, sin embargo, me generaba tanta, pero tanta curiosidad.
Ver desde mi ventana cómo el viento movía la copa de cada árbol, ese hermoso verde que resplandecía me hacía querer ver más, me hacía querer tocar cada flor, cada hoja, y acariciar cada animal. Me hacía querer admirar aún más lo bello que era el exterior. Con el tiempo, las palabras de advertencia que me repetía mi padre sólo quedaban en eso... en simples palabras.
Pronto, la curiosidad y ansiedad por querer saber qué hay más allá me comenzaron a consumir. Y de pronto la sola idea de escaparme en medio de la noche sonaba emocionante y hacía mi corazón latir con fuerza.
En mi mente repetía demasiadas veces la imagen mental que creaba conmigo de protagonista, pudiendo sentir sensaciones que jamás había experimentado.
Me imaginaba a mí, rodando entre el verde pasto, subiéndome a un gran árbol o nadando en algún río. Y quién sabe, tal vez, encontrando una bonita cabaña abandonada en medio del bosque.
Esas imágenes se siguieron repitiendo en mi cabeza una y otra vez...
Una y otra vez
Una
y otra vez
Fueron tantas las veces, fué tanta la presión mental, fue una enorme cantidad de curiosidad lo que me guió a decidir.
Saldría del castillo.
Podría ser libre, sentirme libre en cuanto cruzara el límite del enorme jardín.
En ese momento pensé que la emoción que sentía era buena, que me hacía bien querer explorar algo desconocido porque para sorpresa de muchos... no he salido del castillo ni una sola vez desde el fallecimiento de mi madre.
Pensar en ello me hizo "reflexionar" acerca de lo que quería.
Y yo, quería salir.
Quería ir y perderme en lo espeso del inmenso bosque.
No lo pensé bien.
Creo que... ni si quiera me detuve a pensarlo.
Y en cuanto menos me di cuenta.
Ya me encontraba en el límite entre el jardín y el exterior.
Todo lo que no conocía.
Me quedé de pie, observando la oscuridad infinita en los adentros de los árboles, escondiéndolo todo.
Cerré mis ojos y me detuve a escuchar el canto de los grillos, el aleteo de algunas aves, el aroma a tierra mojada y si prestaba demasiada atención, lograba escuchar el agua correr desde seguramente bellas cascadas.
Y ahí estaba él... esperándome.
La ingenuidad no es una cualidad.
Y ahí fue donde la maldije.
Mi cuerpo comenzó a adormecerse.
Y en la oscuridad de la madrugada, en la solitario del bosque, y en la espesa bruma...
Escuché unas palabras.
De hecho, eran como susurros
Que me marcarían por el resto de mi vida...
Me sentía en un sueño
Podría jurar que estaba flotando en algún tipo de vacío, y con mi mente totalmente nublada.
De de la nada, todo se volvió gris y borroso.
Y al terminar de escucharlo...
Simplemente accedí.
"No te preocupes solo... sígueme"
a donde quiera que vaya"a la cima de una montaña o abajo"
en un valle"te daré todo lo que has soñado"
solo déjame entrar"todo lo que quieras, será la"
historia mágica que te han contado"y estarás a salvo bajo mi control"
"Solo déjame entrar"
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Déjame entrar
RandomTuvo el error de caer en la curiosidad, y al ser una persona tan ingenua. Sinceramente... ¿qué esperaba? ¿un mundo puro? ¿Acaso existe un mundo así? No lo sabía aún pero, se arrepentiría por el resto de su vida. La oscuridad fue...