Mi adicción

11 3 0
                                    

Capitulo 12
(HENRY)

Tengo a Layla en mi cama y bajo mi dominio, me encanta que sea sumisa y ponerla nerviosa me satisface mucho

–Tranquila layla, no te haré nada malo– le digo al oído, puedo sentir como le gusta que le hable así  –Te enseñaré algo que se que te gustará– y dirijo mi mano hacia en medio de sus piernas y comienzo a acariciar por encima del shorts que trae puesto, layla comienza a retorcerse de satisfacción y suelta pequeños gemidos, gemidos que me hacen perder la cordura, comienzo a bersarle el cuello despacio y parece gustarle

–¡Henry!– que grite mi nombre me hace sentir satisfecho de mil maneras y me hace querer enseñarle más, intento meter mi mano bajo su panti pero ella me dice entre gemidos –¡No! ¡No puedo!– respetaré su decisión, sigo besándole su cuello y después la muerdo, mierda su sangre me tiene loco hace que quiera tenerla siempre a mi lado

–Henry– dice Layla antes de desmayarse, esa mi señal para dejar de morderla, así que me alejo un poco

Le quitó la camisa llena de sangre que trae puesta y le pongo otra, verla en ropa interior me pone muy caliente, pero verla dormida me hace sentir que soy un pervertido como lucían así que mejor intento ignorar su bello cuerpo, pero encerío necesito quitarme las ganas que tengo, claro iré a ver a Nadia, al llegar a su habitación me doi cuenta que ella está despierta así que entró

–Hola nadia– digo llegando por detrás, tomándola de la cintura y besándole en cuello

–Hola Henry– dice mordiéndose el labio inferior, se voltea y comenzamos a besarnos como locos, por mi mente solo pasan los gemidos y gestos de layla intento ignorarlos y sigo besando a Nadia

Me preocupa mucho seguir pensado en Layla en una situación como está, que me hizo esa chiquilla que no puedo dejar de pensar en ella, cargo y recargo a Nadia contra la pared y sigo besando su cuello, encerío no puedo dejar de pensar en layla, eso me incomoda, y si lucían entra y la intenta morder, solo por qué no estoy ahí, ahh por qué tengo que pensar en eso ahora concéntrate henry, tomo a nadia y la recuesto en la cama quedando arriba de ella, pero un presentimiento me dice que tengo que irme ahora

–Tengo que irme– digo y salgo rápido de la habitación dejando a Nadia confundida y con ganas, espero me perdone pero nesesito saber si Layla está bien no soportaría ver a lucían morderla de nuevo

–Henry– llama mi atención la voz de lucían que estaba cerca de mi habitación –No crees que es peligroso que dejes sola a Layla, sabiendo que soy adicto a su sangre–

–Aléjate de ella lucian– digo acercándome a el sin bajar la mirada

–No te preocupes, no entre pero ganas no me faltan– dice retador –Oye no te importa si voy y acabo lo que no terminaste con la rubia–

–Se llama Nadia y tampoco te acerques a ella– digo mostrándome superior

–Sabes que algún día mara ya no te defenderá, y podré acabar con layla y con tu chica rubia– dise acercándose más

–Ese día no llegara pronto, así que no lo esperes ancioso lucian– dice mara sonriendo malvada

–Quien dice que no– lucían le contesta a mara sonriendo burlón

–Lucian, primero morirás tu– dice mara sonriendo burlóna

–Bueno, prepárate Henry ese día llegará más pronto de lo que esperas– dice lucian y se marcha

–No te preocupes, te aseguro que nada le pasará a Layla– me dice mara sonriendo amable, solo asiento y procedo a entrar a la habitación

Al entrar veo como Layla duerme como un bebé en mi cama, es muy hermosa parece feliz, durmiendo no tiene esa expresión de aterrorizada que siempre tiene, es divertido dar miedo pero después aburre, no quiero que ella me tenga miedo y tampoco quiero que me obedezca por miedo si no por, no que mierda estoy pensando encerío no se que me pasa ni siquiera pude tener sexo tranquilo, creo que soy adicto a su sangre, bueno todo está bien mientras no sea adicto su compañía

–Henry– me saca de mis pensamientos la voz de layla

–Ya despertaste– digo con una sonrisa de idiota

–Si– responde tímida, es muy tierna –Me cambiaste ropa otra vez?–

–Si, te llenaste de sangre y tuve que hacerlo– respondo sonriendo –Vuelve a dormir–

–Si– responde y procede a volver a dormir, creo que necesito salir por un momento de aquí, avanzo a la puerta pero me detiene la dulce voz de Layla

–Henry– volteo a verla y ella me mira tímida –Te podrías quedar conmigo, tengo miedo de que pueda entrar lucian–

Su propuesta me deja sin palabras, solo me puedo mover hacía ella, me recuesto en la cama junto a ella y la abrazo fuerte pegándola a mi –Tranquila Layla, no tengas miedo–

–No tienes que abrazarme, es suficiente si solo te quedas serca– dice tímida

–Quiero estar así contigo, pero si te incómoda– digo intentando alejarme

–No– responde rápidamente y me jala hacia ella –Puedes quedarte asi– en ese instante nuestras miradas se encontraron, tiene unos ojos hermosos, su cara es perfecta, paso mi mano por su mejilla haciendo que se sonroje y aleje un poco, estar así con ella me gusta más de lo que pensaba, se que esto está muy mal pero por alguna razón no puedo alejarme

–Si me miras así, no podré dormir– dice sacándome de mis estúpidos pensamientos

–Ah perdón– le contesto y la ayudo acurrucarse

Después de 5 minutos se quedó dormida, verla dormir me da mucha paz –Lástima que no puedo amar, si no te aseguro que tú serías la correcta– pero como puedo hablarle si está dormida, se me cierran los ojos del sueño y lo último que veo es a Layla en mis brazos

(Lucían)

–Tanta envidia le tienes a tu hijo lucían– pregunta mara sonriendo

–De que puedo tenerle envidia– contesto burlándome –si lo dices por Layla, ella sigue siendo mía, solo estoy dejando que henry se divierta–

–No seas injusto lucían, déjalo ser feliz almenos una vez– responde sería –Deja que lo amen por primera vez–

–Que tú no lo amaste mara?– pregunto sabiendo la respuesta

–Solo digo que, no siempre serás al que amen– dice alejándose

–Creo que ahora me toca amar, sin ser amado– digo en voz baja, nosé que siento por esa niñita tonta, al principio todo era por la sangre pero ahora solo quiero tenerla junto a mi, pero no la tengo





Dulce, sangre puraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora