Volkacio Alfas.

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𝘏𝘰𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰: 𝘈𝘭𝘧𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘳𝘰𝘮𝘢 𝘢 𝘤𝘦𝘳𝘦𝘻𝘢 𝘺 𝘭𝘪𝘤𝘰𝘳.
𝘝𝘰𝘭𝘬𝘰𝘷: 𝘈𝘭𝘧𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘳𝘰𝘮𝘢 𝘢 𝘤𝘩𝘰𝘤𝘰𝘭𝘢𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘷𝘰𝘥𝘬𝘢.



Aquella tarde había sido pesado y se había convertido en una pesadilla, en especial por el operativo que estaban apunto de ejercer; aquel operativo era dirigido por parte de la facción del FBI, y a escasez de personal habían solicitado agentes de las facciones tanto del Sur cómo del Norte.

Los movimientos, la formación de ambas facciones estaba hecha estratégicamente bien, nada podía salir mal, incluso había estado practicando sus movimientos en anteriores entrenamientos por parte del Director, el plan era perfecto y sin errores.

Sin embargo, a falta de comunicación de una persona, casi se llevan algunos tiros en la cabeza.




El seco sonido de un portazo se escuchó alrededor, seguido de un patrón doble de pasos fuertes adentrándose al espacio.

— Me puede explicar, ¡¿Qué mierda fue eso?! — vociferó alto, en completa cólera a la par que se despojaba de aquel casco protector, dejando por fin respirar a su cabello platinado, posando con aquel entre su brazo y cadera.

Mientras que el contrario de traje militar oscuro hacia lo mismo, lanzado a alguna parte de los vestidores su casco y mascarilla; su mal humor había hecho acto de presencia desde antes, su semblante enfurecido se hacía notar y el aroma a cereza expandirse a cada rincón de aquel lugar.

Ambos despojándose de aquel pesado chaleco antibalas, dejándolos por algún lugar de los vestuarios.

— No tengo nada que explicar, las órdenes a seguir eran claras pero su puto orgullo casi ocasiona un desastre – acusó señalando su persona, dejando a relucir por un segundo sus colmillos al alzar la voz.

— Le recuerdo que sigue siendo mi malla con la que trabaja, siguen estando a mis órdenes.

Dió un paso al frente, encarando y aprovechando los pocos centímetros que le sacaba, regalando una fruncida mirada al contrario, soltando por inercia sus feromonas cargadas.

Al igual que el ruso, el moreno dio un paso quedando frente a frente, la diferencia de estaturas que tenían no le iba a intimidar; aún con el ceño fruncido, le dio un fuerte empujón con su mano.

Aquel empujón solo hizo que soltará sus feromonas de un amargo y embriagador chocolate.

Aquel embriagante aroma llegó a aturdir por un momento al alfa del moreno, quien ahogó un gruñido al morder su labio.

— Te recuerdo querido Volkov, que soy tu puto superior y mientras yo te de una puta orden tú y tu malla la seguirán al pie de la letra, por tú falta de razonamiento por poco y el operativo ¡Se va a la mierda y un agente pierde la vida!

Alzando la voz con lo último, y antes de que el ruso se le volviera acercar, alzó su pierna derecha para empujarle en el estómago con éste.

La fuerza ejercida en aquel movimiento logró que el alfa más alto perdiera el equilibrio, cayendo de espaldas sobre el suelo y entre quejidos elevó su visión hacía la de su alfa, apoyándose con ayuda de sus codos.
Justo cuando estaba por dar un movimiento para reincorporarse, el federal apoyó su pie sobre la entrepierna del de ojos grisáceos, ejerciendo una sutil presión.

No podría decir que su alfa se sentía humillado por cómo sé encontraba, todo lo contrario, su calor corporal comenzó a elevar por la presión sobre su entrepierna, la cuál estaba recibiendo descargas adictivas.

★𝙰𝚗𝚒𝚖𝚊𝚕𝚜★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora