|Lose Control| /BakuTodofem/

La Rival

Bakugou POV

Todo comenzó durante mi infancia, en esta sociedad a cada quién se le asignaba un quirk donde lo más común era que se manifestara a una edad temprana (Menos a Deku, ese imbécil era un quirkless). Como iba diciendo, yo no fui la excepción, a mis 6 años ya mi habilidad de hacer explociones se había envuelto en mi ser, y eso me hiso notar el gran potencial que tenía.

Recuerdo que todos en mi clase me envidiaban a la vez que me elogiaban el buen uso de mi quirk, y no era para menos, mi ego se elevó por los cielos.

Por un tiempo mi gran aspiración era ser un héroe, salvar vidas y ganar un reconocimiento.

Hasta que llegó Shouto.

Una pequeña niña de ojos heterocrómaticos se encontraba dibujando en su cuaderno, sabía que no era su especialidad pero realmente quería conseguir hacer ese pequeño demonio del sol de una manera decente.

El rubio se interesó en su garabato y fue a verla. La pequeña se notaba ligeramente incómoda por la cercanía del otro y solo lo ignoró. Esto le causó una molestia al niño.

-"Oye bastarda ¿Qué dibujas?".- Exclamó.

La niña lo miró con el ceño fruncido y siguió en lo suyo. Hasta que unos segundos después le dio una pequeña sonrisa maliciosa y lo encaró.

-"Mira, se parece a ti."- Se burló enseñándole un garabato de un demonio amarillo que sacaba explociones de sus palmas.

El rubio fuera de enojarse, le hiso gracia ver qué no se entendía muy bien el dibujo, hasta que escuchó lo que dijo la chica y empezó a gruñir.

-"¡Maldita mitad-mitad! Me las pagarás.".- Acto seguido agarró una hoja y empezó a dibujar un hada con las características de la bicolor, esta fuera de enojarse le impresionó lo bien que había quedado el dibujo en poco tiempo.

-"Me gusta".-

Ese fue el comienzo de mi rivalidad con Shouto.

Unos meses después de eso, el quirk de ella se había manifestado, mostrándonos el uso del fuego y hielo, por desgracia, el día siguiente de la presentación no volví a verla. La maestra nos dijo que su padre había decidido cambiarla de institución y por algún motivo que no entendí en ese momento, sentí un dolor en el pecho.

Durante años traté de averiguar dónde se había metido, sin ningún éxito, hasta que me aceptaron en la U.A a los 16. Ahí me di una última oportunidad, ya que solo asistían personas con quirks realmente poderosos o almenos con una buena posición económica.

Y en cuanto comenzaron las pruebas, no me equivoqué, sentí que alguien había congelado mis piernas en el comienzo de la carrera y levanté mi vista. Ahí estaba, una hermosa chica de pelo largo pero una mirada helada.

Conseguí zafarme de el hielo gracias a mis explociones, alcanzando el siguiente objetivo, un robot gigante.

Shouto seguía manteniendo el primer lugar, había congelado aquel dichoso robot y se nos venía encima. Pude esquivarlo y me elevé por los aires, llegando a la zona de minas.

Shouto me miró indiferente, al parecer la bastarda no me recordaba, pero le haría saber quién era Bakugou Katsuki.