—Liz, ve a buscar el informe del señor Peterson a Neurocirugía. Señor Peterson la enfermera lo guiara a su cama, la operación comenzara en quince minutos, así que le ayudaran a ponerse la bata.
El caballero asintió y fue con la enfermera, por otro lado Liz paso corriendo entre la gente que circulaba en el pasillo directo al ascensor. Una vez en el tercer piso aprovecho de saludar agitando la mano a la distancia al presidente del hospital quien hablaba con unos hombres con traje, y recorrió el resto del piso directo a la oficina del Dr. Daniel.
Una corriente de nervios pasó por su cuerpo cuando leyó la placa metálica en la puerta con su nombre, el enfrentamiento que él había tenido con ella había sido hace dos dias, y quizás...solo quizás, no era buen momento para ella pedirle las cosas, después de todo el Dr. Daniel debía creer que ella ya no estaba en "su" hospital.
—Dr. Daniel, necesito el informe del señor Peterson—dijo luego de tocar la puerta.
Daniel dejo de escribir y levanto la cabeza para saber si había escuchado mal o no, y si, su oído no fallaba. Otra vez ella, ¿no que ya debía estar fuera?.
—Ten—ofreció el informe.
Liz se esperaba la respuesta seca. Entro a la oficina y extendió su mano al informe, atenta a cualquier movimiento del Dr. Daniel, sin embargo el no soltó la carpeta, ella tiro con un poco mas de fuerza con una sonrisa arreglada, pero no, no había caso para que se la pasara.
—¿Por que sigues aquí?
«He aquí la pregunta» pensó.
—No habían razones de peso para irme, gracias por el...—tiro mas fuerte de informe y logro separarlo de las manos de Daniel—informe.
Liz se dio la vuelta para salir rápido de ahí.
—Liz.
Sonó tan extraño que la llamara por su nombre, volteo con una sonrisa esperando que hablara, no paso desapercibido el análisis visual que él hizo, sobre todo de su rostro, como si uniera puntos imaginarios en el. Vaya hombre observador.
—No me gusta que estés aquí, tampoco me gusta verte, eres desagradable y tienes mucha falta de conocimiento—sonó como una conclusión; a la vez que Daniel entrelazaba los dedos largos de sus manos—, pero—continuo con un tono débilmente más animoso—este año yo soy el encargado de revisar tu curso y darle los conocimientos que faltan, así que espero que se esmere en entender mis ordenes, o de lo contrario estará fuera.
—Si la parte donde dijo "falta de conocimiento" lo concluye por la escena de hace dos dias, puedo decirle que sabia perfectamente que estaba equivocada, todo lo que usted hizo estaba bien, si quiere saber porque lo hice puede preguntarle al presidente. Además que, humildemente le digo que soy la mejor de mi grupo, no estaré fuera.
—¿Qué tiene que ver Erick en todo esto?
—Llámelo y lo sabrá, solo le diré que disfrutamos de un buen café en su oficina ese día, gracias por el informe.
Liz sonrió y esta vez si salio de la oficina con una sonrisa.
Daniel se quedo estático en su puesto, mirando por la ventana; ¿Cómo que café? ¿tomando café...?
Pulso el nombre de "Erick" en el teléfono y espero casi cinco tonos de llamada.
—¿Qué pasa Daniel?
—Acabo de hablar con Liz, la chica que mandé anteayer a tu oficina. ¿Cómo que tomaron café? se supone que ella ya no debería estar en este hospital, Erick.
El cuerpo de Daniel retenía la tención, su puño izquierdo se mantenía haciendo pequeños golpes en el escritorio, y dio uno mas fuerte cuando escuchó la risa de Erick a través del teléfono.
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Medical hours
General FictionLizy inicia su trabajo en el hospital menos reconocido de la ciudad, desde ahí empieza una historia de esfuerzo de dedicación para salvar vidas junto a Adrik, su superior en la clase social del hospital y un coqueto inadvertido; mas un paciente que...