Ultima pieza.

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La marca en su cuello ardía un poco, presiono fuerte para menguar el dolor, Caín había regresado a su país por algunos días y su rut se encontraba cerca, pudo sentirlo a través de su marca, el calor creciendo poco a poco a pesar de que aun faltaban algunos días. Se había prometido internamente que evitaría pensar en ello hasta que su rubio amante regresara, pero había algo dentro de él que no le dejaba, su aun no tan nueva naturaleza omega le hacía necesitar y Yawhi odiaba necesitar.

Miro a sus hijos jugar en la parte trasera de su casa, su pequeña niña pelinegra aun intentando correr detrás de su hermano mayor, un apuesto rubio parecido a su padre, ambos bendecidos o maldecidos con el obstinado orgullo de parte de la familia Go, tendría que buscar un lugar para dejarlos cuando el alfa regresará, estaba seguro de que no había tiempo para nada más que saciar sus necesidades básicas, esperaba que al menos llegaran a la habitación. Suspiro intentando dejar ir el cansancio, estaría encerrado con Caín por aproximadamente tres días y a pesar de que estaban casados y que por estos diez años se ayudaran mutuamente con el celo, no podría decir que estaba acostumbrado.

— Estúpido perro — Sonrió al recordar el 'Cariñoso' apodo con el que hace bastante tiempo no le llamaba — Te extraño.

— ¿Papá? — Su pequeña hija le miraba desde abajo, con una mirada triste y el rostro enfurruñado — Dan dice que no puedo jugar con él.

Yawhi evito sonrojarse cuando se dio cuenta de las palabras que habían salido de su boca sin permiso, trato de prestar atención a su niña y la tomo en brazos.

— ¿Paso algo?

— No me deja jugar con su patineta, dice que me lastimare — La pequeña tallo sus ojos limpiando sus lágrimas, intentando con todas sus fuerzas no llorar.

— Dan tiene razón, aun eres muy pequeña.

— Pero soy más fuerte que Dan, papá Caín dice que seré alfa y todos dicen que los alfas son los más fuertes.

— ¿Mas fuertes que quien? — Yawhi levanto una ceja en sorpresa mirándola directamente.

— Mas fuerte que todos.

— ¿Mas fuerte que yo? — La pequeña Danna no pudo evitar tensarse, el aroma a menta y chocolate de su padre se agrio extendiéndose en su pequeño cuerpo en forma de regaño — Soy un omega, al igual que tu hermano y ninguno de los dos somos débiles, dime Danna ¿Quién te dijo eso?

— El abuelo, dice que debo ser fuerte por que seré su heredera — La pequeña escondió lentamente su cabeza en su cuello.

Yawhi se serio de repente, el imbécil de su padre, metiendo su cuchara donde no debía, recordó con odio el desastre que había sucedido cuando Caín le había mordido y su verdadera naturaleza había surgido como una maldita flor en primavera. Se mentiría si dijera que ya no le amargaba la serie de sucesos, su padre ya no podía desheredarlo por que todo ya estaba a nombre de Go Yawhi, pero estaba seguro que lo maldecía cada vez que su nombre resonaba cerca, aun que el también hacia exactamente lo mismo, a pesar de ello tenia claro que el abuelo materno de sus hijos los amaba a ambos, aunque su alfismo aun reinaba en esa vieja cabeza, presionando a Danna con su segundo genero y haciendo sentir mal a Dan por ser descubierto tempranamente como omega, si de algo estaba seguro es que esto no podría quedarse así.

— Danna — La niña le miro — Tu genero no define tu fuerza, no define tu inteligencia, no define tu lealtad, somos diferentes es cierto, pero a nadie se le tiene que hacer de menos.

— No te enojes conmigo — Yawhi no dejo que su aroma se endulzara aun así la rodeara protectoramente

— No podría enojarme contigo nunca, pero debes decirme que le dijiste a tu hermano, sabes que él no es malo — Danna frunció los labios en un puchero.

La ultima pieza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora