Wrecked Kingdoms

Capitulo I

La mate yo pero al final ella fue la que disparó.
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— ¡Axe, vamos! — Engla Thot saco a Axe de sus pensamientos y se acercó a él. — Feliz cumpleaños, Axe.

— Gracias. — susurró mientras ella ponía sus brazos alrededor de él.

Lo tomo de la mano y lo encamino a la puerta, el salió y la luz del sol nubló su vista mientras que con su llegada se escuchó a la multitud aplaudir y gritar, alabándolo como a un rey, un rey que pronto sería.

— ¡Sean bienvenidos mis hermanos al Reino Luz! ¡Donde La Paz abunda, el orden y la luz se desprenden de aquí para el resto de los reinos y este les da la bienvenida! — saludó a la multitud el padre de Axe; Paxtel Nualart, el gobernante del Reino de Luz. — Después de darles la bienvenida, me gustaría agradecerles por acompañarnos en el cumpleaños de mi hijo. — lo tomo del brazo y lo alzo en lo alto. — Axe tiene la mayoría de edad al fin, ¡Está listo para ser rey! — la multitud alabó. — Aunque tendrás que esperar a que muera aún Axe, no comas ansias hijo. — bajo su brazo y el público rio ante el comentario, Axe sonrío castamente y su padre lo invito a decir unas palabras.

— Gracias padre, aunque sería un honor ser su gobernante y servirles, espero que no tenga que hacerlo pronto porque espero, que nos acompañes mil años más. — confesó y su Paxtel sonrió honrado, estaba orgulloso de su hijo. — Y gracias por acompañarnos, así como ustedes han presentado su respeto ante mi quiero decirles que los reinos; Justicia, Sabiduría y Oscuridad siempre tendrán el apoyo de nuestro se reino y que La Paz siempre reine. Gracias.

— ¡A festejar! — Paxtel ordenó y la multitud volvió a aplaudir.

Axe sonrío, se sentía correcto todo, perfecto como siempre pero una carcajada casi inaudible se escuchó de su lado derecho y cuando dirigió su mirada la vio.
Estaba sentada en el palco de la realeza del sector oscuridad junto a su madre y hermano, sabia quien era: Kali Alkana.

Ella notó que la miraba y sonrió.

— Pura mierda. — Axe leyó sus labios y frunció el seño confundido, no entendía a lo que se refería, ella solo se dio la media vuelta y desapareció.

— ¡Axe, vamos! — su amigo Niels Alix lo llamo. — Siempre soñando despierto, ¡vamos a festejar!

— Antes de eso joven Alix, debo hablar con el joven heredero Nualart. — Donald Grinkort interrumpió a los amigos, Alix asintió y se alejó para dejar solos a Axe Nualart y a su mentor.

— Profesor Grinkort, ¿En que puedo ayudarle?

— Solo quiero un minuto de tu tiempo.

— Dígame.

— Como sabes las cosas están un poco confusas en estos momentos, tú serás el siguiente gobernante de lo que a mi parecer es el sector más importante. — Donald comenzó a susurrar. — De aquí salen nuestros Héroes, Axe y debes estar preparado, tú y tu pueblo.

— ¿Pero que ha pasado? — Nualart intuyó que algo estaba mal.

— Acompáñame, se que hoy es un día para celebrar pero no hay tiempo. — ambos asintieron y el joven siguió a su mentor.

Se adentraron al castillo y después de pasar por infinitos pasillos, pasadizos y puertas escondidas llegaron a la sala de juntas de guerra a la que Axe por primera vez era invitado a entrar, ahí dentro estaba su padre Paxtel, Nicolas Alix, gobernante de Justicia y la gobernanta de Sabiduría: Erika Thot.
De inmediato llamó su atención que el único reino que no estaba presente en la sala era Oscuridad.

— Hijo...que bueno que nos acompañes.

— ¿Qué está pasando?

— Hay una situación, joven Nualart. — Erika Thot suspiro pesadamente.