𝕊𝕠𝕝𝕠

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A Jennie ya no le gustaba ver a Kai ensayar. Vamos, no negaba que el chico era un excelente bailarín y performer, sin embargo, hace mucho dejó de disfrutar de la misma manera las cosas que hacía junto a él y eso incluía verlo practicar para el dance practice de su nuevo comeback 'Mmmh'.
A pesar de todo esto, ahí se encontraba, viendo a su novio calentar y estirar con el resto de sus bailarines de apoyo.

Y pensar que para hacerle hueco en su agenda al capricho de su novio, ella había retrasado la grabación de una de las canciones de su próximo minialbum. Todavía no podía olvidar el tono en el que Teddy, su productor, la reprendió por no organizar sus prioridades.

El verdadero problema es que ella si las tenía claras, el que parecía no entenderlo era su novio, y la verdad, no tenía ganas de aguantarle un berrinche más.

Y allí se encontraba, a un costado de la sala, más aburrida que una ostra y deseando que el tiempo pasara más rápido. Se encontraba viendo su Instagram cuando el ruido que hizo la puerta de la sala al abrirse con violencia la hizo casi dejar caer su teléfono, se asustaba con demasiada facilidad, lo admitía.
Casi se cae su teléfono, pero lo que no se salvó de caer fue su mandíbula al ver a la preciosidad que ingresó a la sala tras el portazo. Se obligó a cerrar la boca, rogando porque nadie la hubiese visto babear por la chica pelinegra que acababa de entrar. Jamás la había visto y se encontró lamentándose interiormente por ello.

Si estaba así de atractiva y hermosa tan solo vestida con un pantalón de chandal negro, un crop top de deporte del mismo color y unas zapatillas blancas, podía estarlo con cualquier otra cosa, pensó.

Observó a la pelinegra tirar su bolsa de deporte a un lado y comenzar a recogerse el pelo en una coleta, mirando con disculpa al coreógrafo quien le reprochaba con la mirada el que hubiese llegado tarde.

Jennie era abiertamente bisexual. Lo sabía su CEO, su productor y todos a los que le pudiera importar. Sin embargo, Corea seguía siendo muy conservador con ese tema, por tanto, en su empresa le sugirieron que no lo divulgara, no "saliera del closet", al menos hasta que tuviera una pareja mujer y se viera en la necesidad de hacerlo. Por ello, tampoco se lo había dicho a Kai. Ella sabía que a pesar de las sugerencias con las que su empresa la intentó apoyar, esto tenía un trasfondo más profundo.

La imagen de idol femenina hermosa, pura y bastante heterosexual vendía más que la imagen de una cantante que consideraba la sexualidad como algo que fluía, que era algo demasiado grande como para encasillarse en una sola cosa y que bueno, a parte de los pitos también le gustaban las vaginas.

Jennie continuó viendo a la chica moverse de una manera celestial.

Contadas con los dedos de la mano las veces que se centró en Kai para no parecer una acosadora y porque sabía que a su novio esto le parecería extraño.

Verla pasarse las manos por el cuerpo, ver como su abdomen se tensaba con cada movimiento y ver como su expresión facial transmitía el sentido del baile y de la canción fue, simplemente, una experiencia catártica. No se cansaría nunca de ver a esa chica bailar. Tenía que hablarle, sí, tenía que hacerlo...No, no podía, ella tenía novio y aunque no estuvieran bien ella lo quería, ¿no? Tampoco podía asegurar que a la chica también le gustaran las mujeres, así que no, no iba a pasar nada, ella iba a mantener su boquita cerrada y se dedicaría meramente a observarla a lo lejos, a admirarla, porque eso era lo único que podía hacer.

A Jennie se le pasó el tiempo volando, tal y como ella quería, puesto que apenas se dio cuenta de que la práctica había terminado cuando escuchó los aplausos de todos. Al ver a Kai darse la vuelta para dirigirse hacia ella, fingió utilizar su celular.

-Amor, ¿Qué tal te pareció? -Dijo Kai al llegar hasta su lado e inclinarse para dejar un húmedo beso en su mejilla. Ugh, ¿por qué tenía que hacerlo estando sudado?

𝕿𝖍𝖊 𝕯𝖆𝖓𝖈𝖊𝖗.| 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora