Capítulo Uno.

1.1K 118 13
                                    

Recordaba a la perfección como se habían conocido. Se encontraba esperando a que Kuroo apareciera ya que se había extraviado, cuando él se acerco soltando un "¿Qué haces?". Intercambiaron unas pocas palabras antes de que el chico se presentara "Hinata Shōyō" es su nombre. 

Sostuvieron una corta conversación, mencionaron sus nombres y hablaron un poco sobre voleibol, noto "Karasuno High School" escrito en su camiseta. Entonces lo supo, hablaba con un miembro del equipo con el cual se enfrentarían próximamente, antes de poder decir algo mas, Kuroo llegó. 

Se despidieron, menciono un "Hasta la próxima", logrando confundir al menor. Fue la primera vez que Shōyō llamo la atención de Kenma. 

Dos días después se volvieron a encontrar, al ver el rostro lleno de confusión de Shōyō admite que le causo un poco de gracia, sin embargo, nunca lo diría en voz alta. Al igual que nunca diría en voz alta, que se comenzó a interesar mas y mas en el menor. 

Comenzaron el partido de practica e inevitablemente su mirada siempre se posaba en el menor, su primera intensión era para analizarlo para lograr detenerlo, poco después aceptaría que era porque quería verlo por mucho más tiempo. Fue esa misma tarde cuando Shōyō le prometió que lo haría decir que es voleibol era divertido. 

Con el paso del tiempo, comenzaron a mensajearse, incluso a tener llamadas hasta altas horas de la noche. En ese entonces, ambos estaban conscientes de que se atraían mutuamente. Fue hasta el campamento de verano que eso fue confirmado. 

En un momento del primer día se escabulleron, tuvieron una charla normal aunque en ella se podía notar cierta tensión, al igual que ciertas indirectas lanzadas del uno al otro. Poco a poco la distancia que había entre ellos se fue acortando, hasta que finalmente unieron sus labios, siguieron por unos minutos. 

Ninguno se disculpo después, tampoco hablaron de ello, no lo encontraron necesario. El entrenamiento no se vio afectado por ello, todo transcurría con normalidad, como si ese beso nunca hubiera pasado. Aunque era notable el descarado coqueteo que había entre ambos. 

Siguieron escabulléndose todos los días que duro el campamento y entonces, uno de ellos se confeso.  

— Me gustas. —menciono el menor—. ¿Quieres salir conmigo? 

Kenma se sorprendió, no por el hecho de gustarle, si no por el hecho de que el pelinaranja le ganara y se había confesado primero. No dudo en responder de manera afirmativa, dando inicio a una nueva relación. 

La distancia no fue un problema para ellos, se comunicaban por mensajes, llamadas e inclusive algunas veces por videollamada. Quedaban de acuerdo y se veían en sus días libres. La emoción de ver a su pareja siempre estaba presente en ambos. 

Para algunos, una relacion a distancia no funcionaria nunca, sin embargo, Kenma y Shōyō demostraban que se querían a su manera y eso era suficiente. 

Mariposas en el estómago y ganas de verse todo el tiempo, principios de que el cariño que se tenían iba incrementando día con día. Cada mirada, sonrisa o toque eran mágicos, sabían que no era una simple atracción, era algo que avanzaba lentamente. 

— Creo que estoy listo para el siguiente paso. —menciono Kenma mientras abrazaba por atrás a Shōyō, quien inmediatamente supo a que se refería—. Claro, esperaré hasta que tu estés listo. 

No hubo presiones, espero el tiempo necesario a que su pareja se sintiera segura y quisiera hacerlo. Fue casi un mes después de ello que se volvieron a ver. En un fin de semana para ser exactos, se encontraban en la habitación de Kenma en una de sus sesiones de besos y ligeras caricias que no llegaban a mas, sin embargo, esta vez fue diferente. 

Time. |Kenhina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora