"Demonios de la risa"

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ELIZABETH

Cuando me ven por primera ves la gente solo puede pensar en una cosa...<<que rara>> y sinceramente no los culpo digo... si vieran a una chica de un ojo morado y otro verde, de una mitad del cabello pintado de negro y la otra de rojo, sinceramente tienen derecho a sorprenderse, y mas aún cuando se enteran que nací así.

Y si esperabas que tuviera algún complejo con mi apariencia, pues no.

Supongo que habrás leído algunas historias o hablas visto películas en donde siempre la chica de rasgos hermosos odia su apariencia, y déjame decirte que mi historia no es como esos clichés, jamas he odiado mi apariencia, al contrario.. la amo, me gusta como es mi cabello y mis ojos  grandes y bi color, porque tendría que acomplejarme de mi inusual apariencia?

Dejando de lado mi apariencia, les hablare un poco mas de mi.

Cuando tenia 9 años estaba jugando tranquilamente en la mansión de mis abuelos, muchos pensaran que esa mansión era tétrica por su vibra oscura y gris, pero de hecho, era el lugar mas pacifico y tranquilo, me encantaba jugar en el patio trasero de la canción mientras jugaba a cortarle el cabello a mis muñecas, en fin.. ese día estaba jugando a hacerle un cambio de look a mi muñeca Daisy  pero justo cuando iba a hacer el primer corte escuche como unas señoras se aproximaban a mi.

"Tu debes ser Elizabeth no es así?" dijo una de las 3 señoras, las 3 señoras llevaban túnicas iguales, las túnicas eran de color negro con detalles morados muy finos a decir verdad.

"No debo hablar con extraños" dije a la defensiva, pues mi madre y mi abuela siempre me dijeron que nunca jamas hablara con extraños porque era peligroso.

"oh querida.. pero pronto nos conocerás, podrías hablarle a Cordelia Fletcher?" dijo la mujer de túnica negra.

"De acuerdo, si tocan a mi muñeca les cortare la cabeza" al decir eso las 3 señoras sonrieron de una forma orgullosa, al momento no entendía el porque de esa reacción, pero lo decidí ignorar y fui a la casa por mi abuela.

"Abuela.. unas señoras te buscan, están afuera, que hago?" pregunte a mi abuela que parecía mi tía, pues mi abuela parecía de 40 años, cualquiera que la viese juraría que mi abuela tenia 40 años, pero no, mi abuela al parecer se ha conservado muy bien toda su vida.

"Y que estas esperando niña, déjalas pasar, no te eduque así " regaño mi abuela, ella era muy estricta conmigo, siempre se la pasaba diciéndome cosas como "derecha" "así  no se come" "las señoritas no se sientan de esa forma" " no hables con la boca llena", en fin.. era un gran fastidio, pero bueno podía vivir con eso. 

Creo...

"Bien" no la deje terminar y salí corriendo de prisa de su habitación, y me dirigí al patio trasero donde las señoras se encontraban donde las deje.

"Vaya, veo que has vuelto, entonces?" dijo otra señora que lucia más joven que las otras dos, su cabello tenia un tono rubio platinado, sus ojos parecían ser grises y era de complexión delgada, era linda, y si se lo preguntan, tengo una muy muy excelente vista, supongo que no es normal pero bueno, tampoco es como que tenga poderes o sea una bruja simplemente es algo mío y ya.

"Dijo que pasen." dije en un tono amable guiándolas hacia la entrada, al entrar se dirigieron a la sala como si de su casa se tratase pues solamente llegaron y pusieron los pies arriba de la mesa, mi abuela las iba a terminar asesinando si veía tal escena en su propia casa, sin embargo no dije nada pues no quise sonar muy grosera, antes de que pudiera hacer un parpadeo mi abuela ya se encontraba ahí.

"Mis queridas amigas, cuál es la noticia que las ha traído a mi hogar" dijo mi abuela sentándose en el sillón a lado de la que parecía ser la más vieja de las señoras.

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⏰ Última actualización: May 15, 2021 ⏰

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Elizabeth Chassier  y el misterio del libro malditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora