Capítulo 1

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Si ya viste el resumen del inicio para que estas aquí sigue leyendo mas abajo, esto es solo relleno para no empezar con la historia de una vez mas una información que puede ser importante dependiendo de quien la mire, publicara una "historia" donde estarán mis ideas para otros fics si les gustan pueden pedírmelos y les dare permisos también cuando mis historias actuales alcancen los 10 capitulos puede que publique una del "libro de ideas".

Sin mas que decir lean.

-relleno-

-relleno-

-relleno-

-relleno

Tsunade no pudo estar más triste en su vida, había despertado de su coma hasta hace poco con la esperanza de ver al rubio solo para enterarse de que estaba petrificado en una estatua en una cueva, la cual estaba siendo vigilada actualmente y estudiada por sus mejores investigadores quienes buscaban la manera de devolver al rubio a la normalidad.

De lo único que ella se arrepentía era de no poder hablarle de sus padres, mirando las botellas de sake en su escritorio busco la que estuviera más llena, solo quería ahogar este dolor por unas horas mas, shizune su asistente quien estaba parada a su lado no la detuvo incluso ella misma quiso embriagarse pero tenía que ser fuerte, sakura trataba la pérdida de su ultimo compañero de equipo en su trabajo, kakashi estaba entre el equipo de investigación para ayudar lo más posible en traer al rubio.

Los otros equipos estaban tristes, pero ayudaban en la reconstrucción del lugar para que cuando el rubio volviera todo estuviera en orden pero la que pareció tomárselo más apecho fue Hinata quien parecía devastada al enterarse de la noticia de lo que le paso a naruto, estuvo desbastada por una semana hasta que se recuperó y pidió trabajar en la zona de investigación para ayudar lo mas que pueda, tsunade hubiera aceptado pero con konoha recuperándose del ataque de Pain no pudo dejar que un shinobi como hinata se quedara cerca del rubio cuando pudo ayudar en misiones o en la construcción.

-sabes en verdad empiezo a extrañar sus incesantes, gritos sobre sus promesas y de cómo me quitara el sombrero algún día- hablo la hokage a su vieja compañera de viaje.

-siempre supo cómo animar a la gente incluso en situaciones como esta- dijo la pelinegra a su maestra.

Tsunade solo pudo vociferar una pequeña risa antes de tratar de alcanzar otra botella en su escritorio, pero termino tirándolas al piso, cuando paso lo extraño las botellas empezaron a perder velocidad mientras caían al piso hasta que se dé tuvieron a 5 cm del suelo. Esto puso en alerta a las dos kunoichis quienes pensaron que se trataba de otro ataque akatsuki pero antes de siquiera poder hacer algo sus cuerpos se paralizaron, sus cuerpos empezaron a desaparecer antes de siquiera poder decir algo las dos desaparecieron sin saber que en varias partes de konoha cierto grupo de personas sufrió los mismo efectos que ellas.

Tsunade volvió a abrir los ojos, solo que esta vez estaba en un lugar en blanco una planicie que se extendía por kilómetros y kilómetros, sus instintos le dieron patadas en su cabeza y se levantó de un solo golpe, volteo para ver a los equipos 8, 9, 10 y los pocos restos que quedaban del equipo 7 y todos sus respectivos maestros excepto asuma, también estaban jiraiya junto con kushina y minato…. ¿¡Espera que!?.

Corriendo en dirección a jiraiya quien se dio cuenta de ella, extendió los brazos esperando un abrazo lo que recibió fue un puño en toda la cara lo que lo arrojó al suelo, minato y kushina levantaron unos carteles cada uno con un numero 9.0 y 10 [ya saben quién saco el 10, si no bueno adivina].

Lectura: Wakfu: crónicas del ninja perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora