Única Parte

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Se encontraba el Slytherin rubio, ojos plata pequeñas pecas claras y piel pálida todo esto son características de el príncipe de las serpientes, Draco Malfoy. Frente a un Castaño con ojos verdes y la cicatriz con forma de rayo, aquel era Harry Potter, una castaña con ojos marrones que se llama Hermione Granger y un pelirrojo de ojos azules y pecas llamado Ronald Weasley. Draco estaba mirando a los tres intercalando la vista mayoritariamente entre Weasley y Potter. Estaban así porque Draco había decidido algo. Aquello, a pesar de practicarlo toda la noche y técnicamente no dormir no lo podía decir, no quería salir de sus cuerdas vocales y menos pasar para ser soltado por sus finos labios rosa. Se sonrojo, le daba un poco de vergüenza decirlo, pero ya debía soltarlo o los tres gryffindors pensarían que era una broma y solo los hace gastar su tiempo, para que luego se venguen de su tiempo desperdiciado en él.

Draco lo soltó, dejando al trío de oro y a los otros chismosos perplejos.

-Me disculpo por todo el daño que les he hecho, por todas las burlas y los comentarios hacia su persona. Antes era un imbécil, ahora solo siento culpa, de la cual me quiero deshacer. Así que tenía que disculparme de frente, para recibir sus respuestas, ya que si la mandaba por carta creerían que sería una broma, cosa que no es. Al igual que piensan eso ahora, no es así?-preguntó el rubio alzando elegantemente una perfecta y fina ceja rubia demostrando superioridad, mientras que por dentro estaba realmente aterrado.

-Bueno Malfoy, no... Eh... Yo.. Yo no esperaba esto... Pero bueno... Ja.. ja...-balbuceaba la castaña nerviosa, realmente quería creer que Malfoy no estaba bromeando.

-No me crees, verdad? Era obvio, no te preocupes solo les avisaba para que sepan que no me tendrán al rededor suya molestándolos, adiós.-se despidió el rubio, dando la vuelta para desaparecer por el pasillo.

-Esta tramando algo.-habló repentinamente el castaño, que no puede creer lo que dijo el rubio, era obvio que estaba intentando resucitar a Voldemort, nadie más lo sospecha porque no lo conocen a la perfección como él lo hace.

-Harry, no.-le reclamó la castaña frunciendo el ceño, Harry es un poco tonto...muy tonto, pero es su amigo y debe ayudarle a que no comenta la misma locura que el sexto año.

-Hermano, yo tampoco me la creo, pero deberías haber visto sus opacados ojos, no había brillo, y... yo vi arrepentimiento en sus ojos. Esta raro..-decía el pelirrojo cuando al castaño se le ocurrió interrumpir a su amigo.

-Esta tan raro como en el sexto año, cuando tenía que matar a Dumbledore. Que otra misión le habrá dado Voldemort?-replico el oji-esmeralda.

-Harry, El que-... V-voldemort está muerto, ya no existe. Malfoy solo se disculpó con nosotros por su comportamiento, ninguno le cree aún, ni yo créanme. Pero yo igual vi sinceridad en sus ojos. Malfoy está tan deprimido que sus ojos revelan hasta lo que comió hoy.-Nada-asi que hagamos el intento de tampoco buscar pelea con él.-hablo la castaña.

-Esta bien..-dijo resignado el castaño, pero en su mente no estaba así.-no buscaré pelea pero si lo estaré mirando.-pensó Potter.

-Gracias.-respondió aliviada la castaña.

-Bueno, sigamos que ya quiero comer.-respondió el pelirrojo mientras caminaba dirección al Gran Comedor.

Los dos castaños solo rieron y siguieron a el pelirrojo.

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-Malfoy.-dijo el castaño haciendo que el rubio pare su andar.

-Necesitas algo Potter?-dijo el rubio dando la vuelta para fijar sus grises ojos en el más bajo.

-No, solo advertirte que si quieres resucitar a Voldemort yo te estaré vigilando.-dice serio.

Draco solo se quedó callado, ¿enserio era tan malo como para que Potter piense que si pide descanso es para volver a la vida al mago más tenebroso? ¿O solo es Potter que lo ve así, como un mentiroso y un asesino?

Los días pasaban y Draco siempre era vigilado, haciendo que no tuviera privacidad. Su padre fue condenado con un romántico beso de dementor y su madre fue condenada con la locura Black, que termino haciendo que se suicide.

Los avisos de Potter le hacía sentir acechado, como se sentía cuando Fenrir Greyback estaba en su casa, el hombre lobo mortifago. Odiaba aquel sentimiento de inseguridad por los pasillos o hasta en el baño, en el comedor Harry lo miraba fijo mientras desayunaba, almorzaba y cenaba. Lo seguía por los pasillos con su cosa que lo hacia invisible y se sentía observado en su habitación, lo que no sabe es que si es observado por el mapa de los acosadores/mereodadores. que tiene Harry a su disposición.

Tanto agobio lo llevó a hacer aquello. La vigilancia constante, que ni siquiera pudiera dormir al sentirse vigilado, el acoso y las burlas de los demás lo llevaron a hacerlo.

Aquella noticia dejo felices a casi todos, y a Harry con celos, Draco Malfoy se había ido con un tipo al que nadie sabía si quiera su nombre al mundo muggle.

Harry como el buen acosador que es no aguanto y comenzó a investigar, quedaba poco para terminar el año, unos días y listo. Así que ya que no hay más pruebas se pone a investigar a aquel imbécil que se llevó a Draco a la perdición, porque es obvio que Malfoy ni por un millón de knuts pisaría el mundo muggle por su propio pie. Aquel tipo pagaría por quitarle a su Malfoy. Investigaba, perseguía e intentaba ver dónde estaba Draco Malfoy, quizá estaba secuestrado? O quizá se encontraba en lugares solitarios? O quizá no siquiera estaba en el mundo muggle y todo era broma? Todas aquellas opciones puede que una o ninguna sean certeras. Pero Harry realmente quería ver a su Malfoy de nuevo. Necesita pelear y terminar con ese dolor de saber que quizá está de pareja de alguien que no era él, su auto-nombrado acosador personal. Después de tiempo de investigar descubrió que el rubio no estaba ni en el mundo muggle ni el mágico, simplemente no volvería jamás.

Estaba muerto, lo encontró con la soga en el cuello en su propia mansión. Donde comenzó todo por lo que Harry le había culpado termino su sufrimiento emocional y físico.

Antes de irme // HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora