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Era lunes por la mañana, y el estadounidense estaba acostado en su calida cama, y aunque estaba agotado, tenia que levantarse a una de las típicas reuniones de ONU.

A si que se levantó con toda la pereza del mundo y se metió a bañar. Al momento de que salió de la ducha se vistió con un buso negro y un poleron blanco una talla mas grande que la suya para estar mas cómodo.

Al salir de su habitación y bajar por las escaleras hacia la sala de estar se sentó en el sofá y llamó a su preciado Halcón, Félix.

Usa- ya diste tu vuelta?- decía el estadounidense con el Halcón reposado en su brazo- parese que si- dijo con una pequeña sonrisa en su rostro. Despues de unos segundos se dio cuenta de que su pequeño amigo alado le había traído un regalo- ay, Félix, otra vez? Te dije que dejaras las cosas que cazas en el jardín- dijo enojado y riendose a la ves.

Después de mimar un poco a su mascota decidió tomar las llaves del auto y salir de la casa, pero no sin antes decirle a su mascota que se porte bien y que cuide la casa.

Y al fin se dignó a salir de su hogar y subirse al auto, claramente el no quería ir a esa reunión, pero si no lo iban a sancionar toda una semana, a si que era obligación.

Usa- bien, aquí vamos maldita sea, tu puedes, solo has lo mismo de siempre- se decía a si mismo para que no pasara ningún inconveniente en la reunión.

Y así nuestro estadounidense favorito partió a la reunión con un humor de mierda, o así es como lo decía el.

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❇En el fondo de su corazón❇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora