La alarma sonó a las 8am y mar despertó sobresaltada por esta, hoy iba a ser un día largo para ella.
Mar se dirigió peresosamente hacía el baño para ducharse y alistarse, decidió ponerse una falda tableada negra, una remera a rayas y sin poder faltarle, sus Converse negros que tanto amaba. Una vez lista ella se preparó su desayuno.
—¿panqueques o galletas?— pensó. Panqueques.
Una vez listos procedió a desayunar tranquilamente mientras hacía la lista de compras, faltaban solo 10 días para la inaguracion de su pastelería y aún no tenía nada.
Una vez termino de desayunar, agarró su bolso y se sumergió en los pasillos del callejón diagon, entrando primero a la tienda de pinturas mágicas.
—¡buenos días!— habló mientras abría la puerta de la tienda haciendo que la típica campanita suene.
—¡Buen día señorita Gonzáles! ¿A qué se debe el honor de su visita? Bromeó.
El señor Parker y su familia realmente eran muy unidos, sus padres habían ido a hogwarts junto a el y realmente se habían hecho muy amigos, Thomas siempre que podía iba a visitarlos, ella lo consideraba como su tío.
—venía a comprar pinturas color negro, blanco y lila— habló mientras iba a abrazarlo, realmente ella lo quería mucho.
.....Una vez finalizó sus compras, Mar quedó mirando atentamente a unos magos que estaban cantando, sonaba put your head on my shoulder en el callejón diagon. (poner la música si deseas) Había un clima hermoso y había un gran círculo de personas alrededor de ellos.
Cuando giro para retirarse del lugar su pequeño cuerpo choco con alguien provocando que ella tambaleara y casi cayera si no fuera por el brazo que la tomo por su cintura. Ella miro hacia arriba pudiendo apreciar los ojos grises brillantes de quien la habia salvado de caerse, ambos conectaron y no pudieron dejar de mirarse.
—perdon no te vi— habló ella poniéndose recta ya que el había quitado su mano de su cintura.
—creo que lo pude notar a eso— expreso burlón.
Mar elevó una ceja por el comentario sarcástico de el y procedió a agacharse para levantar las cosas que habían caído gracias al choque.
—te ayudo— la miro mientras se agachaba para ayudarla.
—no hace falta yo puedo sola, gracias igual
—
Sin embargo a el no le importo mucho su comentario y la ayudo igual.
—ten— le dió una naranja que estaba en el suelo.
—gracias— ambos se perdieron en la mirada del otro hasta que mar decidió mirar para un costado.
—perdon por haberte chocado, adiós Malfoy—
—adios señorita Gonzáles— draco la siguió con la mirada hasta que se perdió entre la gente.
Mar se quedó pensando en el todo el camino ¿El sabía de su nombre? Ellos nunca habían hablado solamente habían cruzado un par de miradas en hogwarts pero siempre pensó que ella estaba pensando mal y seguramente estaba mirando a otra persona. Ella nunca siempre había pensando que el era tan malo como otros decían y lo confirmo en la batalla, el solamente estaba roto e influiciado por su padre y por eso el fue como era. Ella realmente nunca lo había juzgado y hasta cierto punto lo entendía, la relación de ella con su padre era un asco. Sabía que el ahora trabaja en el ministerio pero desde la batalla nunca se lo había cruzado.
Seguia igual de hermoso, ella realmente no estaba enamorada de él pero no podía negar que el era muy lindo y que seguramente se lo hubiese follado.
Al llegar a su casa Mar guardo todo y empezó a preparar una pizza para almorzar, al terminar lavo todo y atendió a su madre que le había llamado para preguntarle cómo estaba todo y que había hecho un pastel.
A la tarde decidió pintar el cartel de su tienda, este decía "butterfly bakery" en letras elegantes y tres mariposas debajo de este. Realmente había quedado hermoso y Mar estaba muy feliz por eso.
Mañana ella haría las entrevistas de trabajo para su pastelería, necesitaba a alguien que atendiera y otra persona más que le ayude a hornear.
Cuando se quiso acordar ya era tarde, ceno algo liviano y se fue directamente a dormir.
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butterfly (D. Malfoy)
FanfictionDespués de cuatro años de la batalla de hogwarts Mar decide cumplir su sueño de abrir una pastelería, pero ella no tenía en cuenta verlo de nuevo ni tampoco descubrir quién fue quien la había salvado ese día.