Fleeing Death ©

Capitulo uno: Principio del fin.

12 de mayo — 1998

Damon Gonzales

Hoy es el día, el día que he decidido terminar con mi vida, lamento tanto arrastrarte Joss.

—Bueno...¿Que hacemos ahora? —Después de un largo silencio incómodo, Joss hablo.

—Solo, saltamos, creo —Me rasqué la nuca. —Eso hacen en las películas ¿No?

Ambos estábamos tomados de la mano en las agarraderas del puente, eran fuertes y de roca, solo debíamos saltar, la verdad es que nunca nos contamos por que queríamos hacer esto, pero yo tengo mis razones y ella también supongo.

—¡Ey! ¡Alto! —Un policía de este aburrido pueblo con su uniforme venía corriendo hacia nosotros, su placa dorada resaltaba con la luz de la luna.

—¡Salta! —Joss grito, ya era demasiado tarde para reaccionar, ella salto y mi mano estaba junto a ella así que mi cuerpo callo también.

Al caer al agua me desmaye no supe que paso después, las voces se oían lejanas. Escuché como los policías hablaban y también como iluminaban el río con sus linternas, también escuche muy a lo lejos los ladridos de varios perros.

—¡No están los cuerpos! ¡Que hacemos señor!

—No compartan esto, con nadie. ¿Les quedó claro? —Dijo firme el  que parecía el comandante del pelotón.

—¡Debemos decirle al jefe, no es tu decisión!

Oí tres disparos, luego escuché como el "comandante" volvió a hablar:

—¿Tienen más preguntas?

Respira...

Por favor, respira.

De un momento a otra empecé a respirar, sentía que iba a morir. Tal vez deba dejar de respirar, ahora me siento en paz conmigo mimo. Al menos eso creía yo.

Abrí mis ojos y vi la mirada aterrorizada de Joss y no me quedo más remedio que mirar al frente, me encontraba con una bestia sin rostro con un gran chaleco negro y una capucha que no traía puesta.

—це твій час. —Dijo la cosa horrorosa, no entendí nada pero de pronto aparecieron estragos en mi estomago haciendo que vomite, me asuste al ver que salía sangre.

Busque por todo mi cuerpo, un lugar donde me había herido, digo acabo de salta...calle abruptamente mis pensamientos reparando nuestro entorno, no estamos en un acantilado ni en agua, estamos en un puto bosque, el más terrorífico que e visto en mi jodida vida.

Y ahí lo entendí, este es el principio del fin.