0

2 0 0
                                    


El destino, muchos afirman que lo que nos pasa en esta vida ya ha sido escrito, que por más que lo intentemos no podremos cambiar nuestra historia siempre volveremos al mismo lugar, no podemos escapar de lo que la vida ya tiene para nosotros, siempre asumí que era una tontería creía firmemente que nosotros mismos teníamos las riendas de nuestra vida, cada acción tenía su reacción y así fue hasta que lo vi a él, perdí cada rastro de cordura y me puse a su merced, no sé si fue la cosa más estúpida que hice en mi vida o la mejor decisión de esta.

Cuando él entro a aquel bar de pacotilla en el cual me encontraba ahogando mis penas, sus ojos y los míos se encontraron hicieron que mi corazón se acelerara, no sé si había sido por su mirada intimidante o el alcohol barato que me estaba haciendo una mala jugada, solo sé que al mirar sus hermosos ojos azules un escalofrió recorrió mi cuerpo, su mirada era intimidante y fría, cuando logre salir de mis pensamientos vi como sonreía mostrando su hermosa dentadura, después de analizarme apartó su mirada y siguió su camino, lo vi perderse por los rincones más oscuros del bar, mientras en mi cabeza aún se reproducía la imagen de aquel chico que parecía frio y distante, que me había robado el aliento solo con una mirada, cerré mis ojos para recordar al hermoso sujeto con el cual me había topado, recordé su cabello desordenado y la sonrisa que mostró cuando observó que lo miraba como si de un pedazo de carne se tratara, pero sin duda sus ojos, me perdí completamente en ellos, era como aventarte a lo más profundo del mar sin saber nadar sabiendo que no hay vuelta atrás.

De algo estaba segura esta noche, el chico de ojos profundo y fríos había despertado algo en mí, algo que definitivamente no quería reprender, estaba jodida desde que supe que con solo una mirada ya esta a sus pies sin si quiera haber intercambiado palabra alguna.

Jamás había tenido la necesidad de tener a alguien a mi lado de sentir su presencia, percibir su aroma o escuchar su voz, pero él, algo en él me hacia volver, me hacia necesitarlo de las formas que menos pensé experimentar.

-Venus estar conmigo es el paso más cerca que tendrás hacia el infierno- Me dijo mirándome a los ojos con su semblante frío de siempre- No hay vuelta atrás lo entiendes cierto.

-Entonces no me importa bajar del cielo solo para arder contigo en tu infierno- Me acerqué cautelosa y lo besé, no porque quería besarlo, sino porque necesitaba besarlo, necesitaba de su infierno y sus demonios para sentirme completa- Tomare tus demonios y los hare míos, los aprisionare en lo mas profundo de mi ser solo por ti, por mí, por nosotros.

-Entonces no habrá poder humano que me separé de ti  chica fresa-me dio un casto beso y fue ahí donde lo entendí todo.

Observe con detenimiento sus ojos y no pude evitar sonreír porque sus ojos me miraban como yo lo miraba a él, entendí todo, no me importaba sonreír por los dos, amar por los dos, vivir por los dos, yo era su paraíso y el era mi infierno y fuera cual fuera el castigo estaba dispuesta a pagarlo, solo y únicamente por él.

-Te amo- dije volviéndolo a besar sintiendo como ardía en su infierno.

Venus: Del amor al odioWhere stories live. Discover now