Escúchame atentamente. Debes prestar mucha atención y comprender esto rápidamente. No sé cuánto tiempo tendremos pero parece que se avecinan importantes acontecimientos.
Hace cientos de años la innovación tecnológica estaba experimentando un progreso sin precedentes a ritmos alarmantes. El litio, el cobalto y el grafito, muy demandados ya para la creación de baterías destinadas a móviles, portátiles y tablets, fueron víctimas de un enorme y desmedido incremento en su explotación cuando a estos dispositivos se les unieron el coche eléctrico y los robots humanoides. Sus precios se dispararon y, por si fuera poco, los principales proveedores mundiales como China, cerraron sus fronteras y limitaron enormemente sus exportaciones debido a las políticas exteriores de EEUU y a diversos conflictos internos. A este enorme problema se le agregó la poca efectividad en el reciclaje de materiales compuestos por estos metales, que supuso que se volviesen ineficaces e inutilizables, derivando esto en enormes pérdidas y la inviabilidad de su reutilización. Como resultado, las plantas de reciclaje cerraron y la humanidad, ante la necesidad de una solución rápida y eficiente, se centró en buscar nuevos materiales en lugar de descubrir un verdadero modo de reciclaje.
La revolución tecnológica se vio inevitablemente pausada con la entrada y distribución de los robots humanoides por todo el mundo a punto de ser consolidada. Todo el dinero invertido en el proyecto se convirtió en pérdidas millonarias. El mundo se sumió en su mayor crisis histórica. Ahogados en la mayor de las miserias, dos tercios de las clases bajas perecieron. Entre los que sobrevivieron, se encontraba un gran número de cientificos que fueron ayudados y protegidos por los diferentes Estados.
El desconcierto, el miedo, la inseguridad, la precariedad, la frustración, la desolación y el hambre provocaron que en la mayoría de los paises lograsen establecerse en el poder oligarquías tecnócratas y con un enorme poder adquisitivo gracias al cual se publicitaban como la única salvación posible del pueblo; la única vía existente para garantizar la seguridad, el orden y el bienestar.Posteriormente, se impuso la idea por parte de los dirigentes políticos de que había que repoblar lo antes posible los paises. Se propagó e impulsó la idea como si se tratase de una emergencia internacional. Se prohibió estrictamente el aborto y se incentivó a las familias numerosas. Pronto se construyó una sociedad que, como valor principal, ensalzaba la figura del hijo y la familia y repudiaba a las personas solteras o incluso a las familias de pocos miembros.
Puesto que la procreación era el objetivo principal de las naciones, surgieron innumerables investigaciones científicas relacionadas con celulas madre, embriones, modificación de ADN... incluso hubo algunas destinadas a averiguar el impacto cerebral de cualquier procedimiento realizado durante el periodo de gestación, trayendo a su vez descubrimientos impresionantes sobre el funcionamiento general del encéfalo. Se destinaron ingentes cantidades de dinero para subvencionar estas investigaciones.
Lo peor llegó cuando un grupo de intelectuales de la actual Dinavasquia obtuvo los resultados de sus trabajos con las hormonas, los principales neurotransmisores, y su impacto y actuación en el cerebro. Descubrieron un sustituto de la dopamina y la serotonina que realizaba exactamente las mismas tareas; la persona que lo produjese en lugar de las conocidas hormonas no tendría problemas de movilidad, saciedad, sueño... Por el contrario, no sentiría felicidad de ningún tipo dado que sus neurorreceptores cerebrales quedarían modificados y semidañados perpetuamente. Este potente y peculiar reemplazante de las hormonas de la felicidad recibió el nombre de Ekratosmina. En cuanto la divulgación científica surtió efecto, se convirtió en el nuevo oro líquido de la humanidad y se multiplicaron exponencialmente las investigaciones en torno a él.
Te preguntarás por qué lógicamente. No es fácil responder a esa cuestión, hay diversos motivos e intereses pero te expondré los principales. En 2107 había surgido una nueva corriente filosófica que empapaba todas las facetas de la vida humana. La idea clave era que, a falta de robots humanoides, tenía que ser creada una nueva raza de humanos para llevar a cabo todas las tareas denigrantes, peligrosas y tortuosas destinadas a ellos. Sería una especie de esclavos modernos pero mejor preparados, educados desde que su reloj biológico se pusiese en marcha para llevar una vida servicial. En realidad, el concepto esclavo se había olvidado hacía mucho tiempo en la sociedad debido a la normalización de la precariedad y las relaciones laborales de dependencia del trabajador dentro del sistema capitalista; entonces, esta idea de una raza exclusiva destinada a la sumisión resultaba completamente novedosa y revolucionaria. La comunidad internacional se vio cautivada y cada nación empezó a perfeccionarla en sumo secretismo dentro de los parlamentos; ideando instituciones que regularizarían la vida de estos nuevos seres, dispositivos de seguimiento microscópicos o microchips integrables dentro de la piel para enviar señales que indicasen que el esclavo era requerido... Empezó a ser un proyecto siempre presente en los documentos de secretos de Estado. Sin embargo, oficialmente estaba completamente prohibido. Las organizaciones éticas mundiales se encargaron de recalcarlo. Este veto se debía a que, evidentemente, con la tecnología y entendimiento de la realidad vigentes, esos seres supuestamente tendrían sentimientos, emociones y sensaciones como cualquier otro ser vivo con una mínima inteligencia, de modo que había que protegerlos ya que imperaba la idea moral de que no era legítimo bajo ningún concepto infligir dolor o atentar contra la felicidad de ningún organismo sensible de manera metódica bajo impulsos egoístas e individualistas.
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La subespecie
Teen FictionEstamos perdidos en un mundo del cual somos esclavos desde nuestro nacimiento.