Cuando nací mis padres me dejaron en la puerta de este orfanato, o al menos eso dice la señorita Emilia, ella es muy buena conmigo y me dice que soy una niña muy especial, pero yo no le creo nada, porque todos los niños de aquel orfanato dicen lo contrario, ella dice siempre que lo que ellos digan, todo es mentira.
- Gema, ven ya esta lista le cena - escuche que la señorita Emilia me llamaba.
Cuando llegé al comedor, todos los niños me miraban mal, ella estaba sirviendo los platos para los niños, en la cocina, fui hacia donde ella estaba, me miró con una cara angelical y acarició mi rostro.
- Puedes ayudarme a servir los platos para todos los niños, por favor -
Asentí con la cabeza, cogí un plato y lo llevé hasta el comedor y cuando estaba a punto de llegar a la mesa Anastasia me puso pie y me caí y para mi mala suerte, aterricé sobre de Dereck, el chico que más me aborrecía en el mundo, me levanté rápido
- Perdón Dereck, no fue mi intención -
Estaba todo empapado de sopa, me miró mal y cuando estaba a punto de golpearme
- Dereck, a una niña no se la golpea - le gritó la señorita Enimlia
Él se levantó del piso y se fue pero antes de entrar a su cuarto gritóa todo pulmón
- Tú no eres una niña, eres un feo demonio -
Me puse triste y todos se empezaron a reír de mi, subí las escaleras y corrí hacia mi cuarto y no salí más de allí, estaba sentada con lágrimas en los ojos, estaba muy dolida no me gustaba que se rieran de mi, pero la señorita Emilia me había dicho que no llore por lo que ellos me decían, porque todo lo que decían era mentira, me sente en mi cama, sequé las lágrimas y empecé a jugar con el gato de peluche que la señorita Emiliá nos había regalado a todos los niños y niñas del orfanato, deseaba que fuera de verdad, en ese momento de mis manos salió una especie de luz que me cegó por un momento y cuando por fin ví con claridad había un pequeño gatito echado en mis piernas, era tan lindo y pequeño, me pareció extraño. Empecé a buscar a mi gatito de peluche pero este ya no estaba, había desaparecido.
- Te llamaré Lio -
Empecé a acariciar su lindo pelaje, despertó y pude ver sus ojos, eran del mismo color que los mios, era algo raro y me le quedé mirando por un buen rato, despúes escuche algunos pasos que subían las escaleras, y se acercaban a mi cuarto, escondí a Lio en una pequeña canasta con una manta para que no tenga frio. Tocaron la puerta.
- Gema, puedo pasar - era la voz de la señorita Emilia, pero estaba un poco apagada
- Claro, señorita Emilia, adelante - dije yo un poco nerviosa, tenia la posibilidad de que Lio saliera de la canasta y la señorita Emilia se diera cuenta
Ella entro en mi habitacion, yo estaba sentada en mi cama, ella se sentó junto a mi y me abrazó.
- Gema, se que estas triste, por lo que dijo Dereck, pero no le debes hacer caso, sabes que eso no es verdad -
La abracé y las lágrimas caían por mis mejillas, me alejó de ella, me miró con una cara de todo va a estar bien te lo prometo.
- que tal si mañana vamos al parque de diversiones todos juntos, ya veras que la vamos a pasar muy bien -
No pude contenerme y salté de alegría, estaba muy feliz, nunca había ido a un parque de diversiones, solo los había visto en la televisión o había escuchado algún anuncio en la radio, la abracé muy fuerte.
- Gema querida, necesito mis costillas -
- A los siento señorita, es que estoy muy feliz, nunca hemos ido a ningún parque de diversiones -
En ese momento escuché como Lio empezaba a maullar, no sabia que hacer, sabia que la señorita Emilia me iba a regañar por tener un gato en el orfanato, vi como Lio salia de la canasta y se subía a mi cama, con un poco de dificultad, ya que aún era un pequeño cachorro, caminó por toda mi cama y se echó en mis piernas, la señorita Emilia no decía nada, me parecía demasiado extraño, ella me miró con su rostro angelical y me dió un beso en la frente.
- ve a dormir, mañana será un gran día -
Asentí con la cabeza, estaba un confundida, me parecia extraño, pero tal vez ella estaba un poco mal de la vista y no se dió cuenta de Lio, pensé que eso había sido y que no había otra explicación para todo eso.
Lio se había quedado dormido de nuevo y ya me estaba contagiando el sueño, coloqué a Lio en la canasta con la manta, fuí a mi cama y me quedé profundamente dormida.
Esa noche tuve un sueño muy extraño, no recuerdo mucho, pero estaba en un lugar muy extraño y también estaba Lio, escuche unas voces.
- siempre te protegeremos Gema, nuestra querida Gema -
Desperté un poco cunfundida y me dí cuanta de que todavia era de noche así que me volví a dormir, pero ya no podia, me daba vueltas y vueltas mi cabeza, seguia pensando en ese sueño y no podia dormir, me fijé que Lio estaba dormido en mi cama, al parecer no le gustaba dormir en la canasta.
Despues de un largo rato sin dormir, bajé a la cocina por un poco de agua, cuando estaba bajando las escaleras escuché un ruido fuerte en la cocina, fui a ver que habia pasado, pero solo alcancé a ver una pequeña sombra, me asusté un poco y subí rapidamente
- me olvidé del agua que queri tomar - dije entre dientes para no despertar a nadie, pero ellos deverian estar despiertos, hubo un ruido fuerte que se escucho por toda la casa y al parecer todos seguian durmiendo.
Con un poco de miedo, bajé las escaleras y de puntillas entré en la cocina, estaba temblando del miedo, pensaba que habia un fantasma o algo parecido y a mi me dan mucho miedo los fantasmas. Abrí el refrigerador, no habia agua, pero si leche la tomé y llevé un poco para Lio, regrecé temblando a mi cuarto, no tanto por el miedo, sino por el frio que hacia en la madrugada.
- Toma Lio - le dí un poco de leche y se la acabó toda, luego me recosté en mi cama y por fin me quedé dormida.
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An angelic demon
Teen FictionUna linda niña, con una tez clara y hermosa, cabello largo, de color rojizo, con unas cuantas mechas blancas, unos ojos incomparables uno era rojo y el otro era celeste, los cuales eran la causa por la cual la molestaban, le decían que con ese cabel...