Twist & Shout

Capítulo 1

Abril, 1965.

Jungkook sostenía su bebida en alto mientras se movía entre la multitud con dificultad. Era como si el cuarto estuviera hecho de personas que lo empujaban mientras bailaban y nada más, la cerveza amenazaba con caerse sobre su ropa. Se movió a donde estaba Ana, una chica con cabello rojo largo y facciones delicadas. Ella le sonrió, haciendo que parara su transcurso hasta el fondo de la sala.

"Gran fiesta, ¿no?" dijo sobre el sordo zumbido de las personas hablando, y la música fluyendo desde el comedor. Él asintió, sonriendo un poco, usó el dorso de su mano para empujar sus anteojos de nuevo en su lugar al puente de su nariz. Ella rió y le jaló del blanco cuello de su camisa, dándole un beso en la mejilla.

"Es raro verte fuera de la biblioteca, ¡los exámenes finales son una tortura!", rió y el menor se encogió de hombros, poniendo su bebida al nivel de su pecho protegiéndola que no cayera.

"Dímelo a mí."

"¿Crees que te fue bien?" dijo, acercándose, en ese momento pudo oler el perfume de ella y el polvo que había usado en su cuello. Sobresalía en su piel blanca, como una delicada capa del calor de la fiesta y de todos los cuerpos amontonados en la pequeña casa de Sorority.

"Traté de responder todo bien, ¿tú?" respondió, observándola rodar sus ojos hacia el techo, encogiéndose de hombros casualmente.

"Igual, ¡creo!" sonrió de repente, empujándolo con suavidad, "¡No seas tan modesto! ¡Todos sabemos que lo hiciste excelente!", Jungkook pudo sentir el calor trepando y sonrojando sus orejas, pero se encogió de hombros ante el cumplido de todas formas. "Bueno... demasiada plática acerca de la escuela. Me alegra que estés pasando un buen rato", puso un mechón de cabello rojo tras su oreja con su mano libre, "hay un montón de chicas aquí, sabes...", lo empujó de nuevo con su mano y el castaño se rió con cierto nerviosismo.

"Si," dijo, observando alrededor. Tenía razón. Había bastantes chicas.

"Bueno...", se acercó y enderezó el cuello de su camisa y arregló su corbata, colocando sus manos sobre los hombros del chico, "¡Recuerda sonreír!, ¡Podrías tener suerte esta noche!"

"Lo dudo", tosió, y ella dejó sus manos balancearse nuevamente a sus costados. Le dedicó una larga mirada y sonrió dulce.

"Mmh..", canturreó, "Vamos, ¡para ti será como disparar peces en un barril!"

Jungkook se mofó, tomando un sorbo de su cerveza mientras la pelirroja se reía de él. Terminando su trago de un sorbo, abrió su boca para decir algo más cuando hubo un fuerte rugido de motores desde afuera de la casa. Varias personas se dieron la vuelta para mirar, algunos inquietándose.

El motor aceleró cada vez más cerca, y desde la entrada el castaño pudo ver una brillante luz amarilla esparciéndose por el
gran cristal del frente dejándolo aturdido un segundo.

"¿Policías?", preguntó alguien, todos habían callado ante el ruido de los motores rugiendo, una amiga la silenció y todo el mundo estuvo con la boca cerrada, la música desbordando del comedor pareciendo más fuerte que nunca. Un grupo de chicos se movió a la ventana, y aunque apenas podía ver sobre ellos estiró su cuello para observar como se amontonaban alrededor tratando de observar de quién se trataba la llegada.

"¿Quién demonios lo invitó?", alardeó uno de ellos, alejándose del cristal con molestia para ver detrás suyo a los invitados. Jungkook frunció el ceño y el motor se apagó, la luz yéndose con el "¡Estacionó justo en el césped!"

Los ojos de él se ensancharon y su boca se abrió. ¿Estacionado en el césped?, así que esa era la luz que había visto. Sintió su pulso acelerarse, quién sea que fuera tenía las agallas para estacionarse en el césped de los Delta en medio de la noche, especialmente cuando aparentemente no era bienvenido.