Vampiro | RusMex

I

Vampiro transgresor. Pobre y sin destino, vendido al olvido.
Valgur.

[Cinta #1]

¿Contarte mi vida? ¿Pues para qué o qué? No es como si fuera muy interesante la verdad, pues pon tu, que sí me ha ido gacho, pero conozco a quienes están peor, como mi vecino, el de la puerta de enfrente, ese mero. Pobre chavo, le tocó difícil, tuvo que cuidar a sus hermanitos porque su papá se murió y su mamá estaba enferma, a parte, de trabajar siendo un niño para mantener a la casa. Y quizás sus hermanas mayores pudieron haber trabajado, pero eran otros tiempos, ¿no?

Mira, yo nací un 16 de septiembre de 1925, en Estado de México. Mi mamá era una indígena de por allá, que se enamoró de mi papá, que era español. Mi papá, que se llamaba Rodrigo era de Galicia, y fíjate que tenía más hijos, que seguramente dejó ahí regados o algo porque nunca sabía de ellos. Y mi mamá se llamaba Yolotzin, pero pues ni me acuerdo de ella, porque se murió cuando yo era bebé, según decía mi papá, era muy enfermiza y se murió mientras me daba pecho.
Según era hijo único, porque lo de mis hermanos me enteré más grandecito. Vivía en una colonia más o menos de Toluca, Buenavista creo que se llamaba creo.

Ajá, y pues vivía con mi papá y la que según era mi abuela por parte materna. Y pues esa señora me cuidaba, mira, te digo y te afirmo que era un pan de dios a diferencia de mi papá que era bien regañón y me daba unas santas madrizas que para qué te digo. Me decían que era niño Gerber, bueno, no de bebé porque todavía no existía la marca en esos tiempos, pero cuando tenía como 4 años estaba bien chulo, con el pelo lacio y rizadito en las puntas y toda la cosa.
Pues yo siempre fui morenito y como que eso no le gustaba a mi papá, porque el era bien blanco, ósea, no blanco blanco como la nieve, pero si palidón ¿no?
Pero pues mi abuelita me adoraba y me guisaba bien sabroso, cosa que me consolaba. Hacía unos tlacoyos riquísimos, que, no sé porqué nunca le dije que me enseñara a cocinar, que así no hubiera sufrido tanto después.

Ahorita te hablo como el adulto viejo que soy, y por los golpes de la vida se ha deformado mi carácter, yo antes no hablaba así ni decía tanta peladez. Era un niño prodigio muy modoso, tímido y “delicado”. Siempre he tenido esta aura de ser dejado, sepa tú porque, siempre me defendía si me hacían algo y me ponía al brinco, pero la gente percibía eso en mi yo creo. Cuando tenía 6 años entré a la primaria. Era una escuela privada de ahí en Toluca, porque mi papá tenía lana. Era arquitecto y diseñaba edificios para el gobierno y así; ganaba bien, pero era un tacaño, así que no sé que fue de todo ese dinero que dejó guardado.
Y en esa primaria conocí al que fue mi mejor amigo por mucho tiempo. Era un niño gringo llamado Roger, y que su papá era inglés y su mamá de Estados Unidos, y que vivían aquí y hablaban español.