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- papá ¿como pretendes que sea una reina, si no me dejas casarme? - la peliblanca se cruza de brazos.
- no es necesario eso - sin dejar de ver los documentos que había en su escritorio, responde a su hija.
- papá no soy tu única hija - lo mira aburrida.
- tu y tu hermana son las únicas hijas que tengo, ¿tengo que recordarte que ambas son mujeres?
- ahg papá, sabes que siempre he querido casarme con un buen hombre - la menor lo mira con cara tierna.
- dame una lista de todo aquel hombre que te interese - deja de mirar los documentos.
- papá no caeré en eso - mira hacia la ventana - y si te la doy, creo que será pura casualidad que después ningún hombre se me acerque.
- ninguno es digno de mis hijas.
- al menos necesito que se preocupe por nuestro reino y que sea alguien en quien confiar, papá estoy cerca de una edad a la que debo casarme y sabes que los aristócratas harán...
- ya lo sé, no necesito que me lo recuerdes - la detiene.
- pronto será mi debut, estaré algo ocupada pero eso no impide que pueda ayudarte a llenar estos documentos - trata de cambiar de tema.
- ya sabes que hacer - le muestra una pila de hojas que había que llenar.
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- La princesa heredera Towa Taisho - se anuncia la entrada de la hija mayor del Rey Sesshomaru.
La gran puerta se abre y deja paso a una hermosa peliplata de ojos color carmesí. El vestido azul que llevaba hacia una perfecta combinación en ella, resaltando a un más la belleza que sin lugar a duda saco de su madre.
Con pasos elegantes la princesa se acerca a su familia, con un asentimiento de ella bastó para que la ceremonia comenzará.
- creí que tú también querías tu propio debut - la peliplata mira a su hermana.
- sabes que odio estos eventos - se cruza de brazos la menor.
- bien lo que tú digas - se ríe.
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Miraba aburrida el lugar, pensó que la estaría pasando bien, pero la verdad es que no.
Da un suspiró y se dirige a la mesa de postres, una vez allí se dedica a ver los postres de la mesa. Nada en especial solo era comida, estaba a punto de tomar uno de ellos cuando una voz la detiene.
- ¿usted debe ser la princesa Towa?
Con sorpresa voltea a ver a la persona quién la había llamado.
- así es, ¿y usted es...?
- oh, soy Riku príncipe del Este - se inclina el pelirrojo.
- es un placer conocerlo - da una pequeña reverencia - he escuchado sobre usted, siéndole sincera es la primera vez que lo veo.
- al igual que es mi primera vez viéndola - sonríe.
Se escucha una pieza de música, dando a entender que era la hora de baile.
- ¿me concede este baile, princesa? - extiende su mano hacia ella.
- claro que sí - con una sonrisa acepta la invitación.
Towa no lo sabía en esos momentos, pero estaba a punto de conocer al hombre el cual caería rendida.
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