Ame o oikakeru Goyuu One-shots

Fate stay Night Au

Por si alguien está viendo algo de Fate o no quieres spoiler mejor no lo leas. El contexto del capítulo de hoy es la despedida de Arturia a Shirou, pero será con los personajes de Jujutsu Kaisen.

Satoru voy a destruir el Santo Grial–. Dijo Yuuji acercandose a su Máster, después de ver como Satoru atrapaba a Shoko. El de apellido Pendragon se acercó un poco más a el Santo Grial.

Máster, órdenes–. Se quedó ahí unos momentos parado esperando a su Máster le diera orden o que utilizara su último comando.– Si no me lo ordenas, no puedo destruirlo. Usa tu último hechizo de comando para hacerlo–.

Satoru solo sentía impotencia.

Satoru–. Dijo Yuuji llamando la atención del más alto y volteo a verlo con su expresión tan tranquila.– Quiero oírlo viniendo de ti.

Satoru empezó a recordar todo, el como Yuuji lo salvó de Lancer.– Yo...estoy... enamorado de Yuuji...–. Siguió teniendo recuerdos de ellos dos juntos, como cuando conoció a Getou la primera vez, pidiendo más comida, o la vez que fueron a ese acuario.– Quiero que sea más feliz que nadie... deseo que sigamos juntos, pero... si lo quiero de verdad no podrá ser...–. Recuerda la vez que ambos salieron de la Iglesia Kotomine, y cuando fueron atacados por el servant de Shoko.– A el Yuuji que estando herido, seguía peleando, es a el que quiero, pero herir su orgullo... es algo que no debo hacer–. Y finalmente abrió sus ojos, mirando a su servant de espaldas mirando a él Santo Grial.

Yuuji, cumple con tu deber–. Dio como orden Gojo.

Eso hizo que Yuuji elevara su espada excalibur, haciendo que empezara a sacar luz amarilla. Elevo su espada para finalmente decir.

Ex... calibur–. Apunto directamente a el Santo Grial haciendo que este se destruyera. Había demasiado aire haciendo que el hermoso cabello que tenía Yuuji se despeinara, dejando sus hermosos cabellos rosas fluir. Satoru solo vio a su servant, con cara seria, no quería que se fuera.

Vio algo muy hermoso, a Yuuji mirando a él horizonte, con su cabello y armadura revoloteando junto a él aire. Satoru lo veía pero también sintió como la marca provocada por la Guerra del Santo Grial se desvanecía, se quedó sin ningún hechizo de comando.

Ya ha terminado todo–. Dio como afirmación el sirviente de clase Saber.

Si–. Dijo Satoru viendolo.– Se acabó–.

Como espada tuya, he derrotado a todos tus enemigos, y te he protegido, me alegro de haber cumplido esa promesa–. Agrego aún sin mirarlo a los ojos.

Si, lo haz hecho muy bien–.

Quiero decirte algo antes de irme–. Dio la vuelta para poder tomar fuerzas y soltar esas palabras que siempre ha querido decirle–. Satoru... te amo–. El mencionado solo sonrío viendo cómo el amanecer se acercaba la cara de su enamorado se iluminaba con el sol, Satoru no puedo mantener demaciado tiempo la mirada, esta vez no traía sus lentes de sol. Pasaron cinco segundos y su sirviente desapareció.

Si, típico de ti–. Dijo Satoru mirando a el horizonte, mirando el último lugar en el que vio a Yuuji.

Satoru, Satoru, Satoru, buenos días Satoru–. Dijo una voz muy bien conocida por Satoru, era su amigo Getou, se sentó en el piso ya que había pasado lo que restaba de la semana encerrado arreglando cosas. Claro, como si eso serviría para olvidar el amor que sentía por su servant.

Buenos días Suguru–.

El desayuno ya está listo, Satoru–.

¿Espera, no tenías torneo de tiro a el arco hoy?–. Respondio un poco confundido.– Hoy era mi turno de hacerte el desayuno–.