Louis siempre pide su té sin azúcar en la misma cafetería todas las mañanas antes de dirigirse a la universidad.
Harry trota cada mañana por el parque, cercano a la misma cafetería.
Ambos se encuentran un día, entendiendo que no podrían alejarse el...
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Es una mañana cálida del día miércoles, Louis se levanta como todos los días sin alarma a las 6.30 de la mañana. Hoy no tiene que asistir al internado directamente, debe ir a la universidad, tiene un examen que comienza a las 10, eso le da tiempo de ducharse larga y tranquilamente.
Se levanta estirando cada parte de su cuerpo, viendo como los rayos de sol entran por la ventana de su departamento, que se encuentra en el piso 9. No tiene cortinas, solo unas persianas que cierra a la mitad cada noche y que por el día permanecen totalmente abiertas, tanto las de su dormitorio como las que dan a la sala y a su pequeño estudio, por las tardes las cierra a la mitad, dejando ver los rayos del sol, mientras éste se oculta por la ciudad. Y da paso a las luces, eso le encanta. Aveces toma su té de la tarde en el balcón, apreciando los murmullos de las personas que se van apagando, eso los días de semana, el fin de semana esos murmullos se acrecientan por los fiesteros. Eso también le encanta, él ha formado parte de esos fiesteros.
Abre todas las persianas de su departamento, mientras se pasea descalzo y en pijama, shorts y polera ancha; recuerda que eran de su hermano mayor, que está en New York y le dejó esas y otras prendas porque no podía llevarlas todas. Su hermano es unos cm más alto que él, mismos ojos azules, mismo color de pelo, pero piel clara que no se asemeja a la de él, que es un poco más caramelo. Sam, lo extraña, pero hablan seguido, está a punto de terminar su carrera de Abogacía, será abogado tal como su padre, Louis está en el primer semestre de su último año de enfermería, será como su mamá, Jay, a quien también extraña. Hace un año que falleció.
Se va al baño, lava su rostro, lo afeita y cepilla sus dientes. Luego se ducha pensando en el examen de caso de su internado, ya estudió, pero le gusta repasar las ideas en su cabeza, pensando casos de preguntas a desarrollar, es el mejor en lo que hace, pero no deja de preocuparse.
Su ducha fue bastante larga, mientras pensaba en su examen utilizó bastante jabón en su cuerpo y se masajeó el cabello con su shampoo de manzana y canela. El acondicionador ayudó a desenredar sus nidos de cabello a pesar de lo liso que lo tiene.
