Ahí estaba, un Jungkook enojado, lleno de impotencia y de duda, difícilmente estaba pensando con claridad, podía sentir cómo su sangre hervía apunto de quemar todo a su paso cuál lava.
Él no estaba feliz, claramente, una ruptura no es algo de lo que él pueda decir que era de sus cosas favoritas, menos cuando la ruptura se debía a una infidelidad, una que sucedió en su propia nariz.
Jeon Jungkook había sido engañado por quién creía era la persona más importante de su vida actualmente, y claro que eso lo había roto en miles de pedazos que su mejor amigo, Hoseok, intentaba tomar y devolver a su lugar.
Así que hoy, bajo la luz del minibar de Hoseok, en aquel departamento que compró con tanto esfuerzo y sudor, estaba viendo a su mejor amigo beberse toda la botella de whiskey que encontró, ya ni siquiera era en su respectivo vaso, era directamente de la botella.
—¿No crees que deberías detenerte? —dijo el de cabello cobrizo, sentado en uno de los pequeños bancos altos.
—No.
—Sabes que no me molesta que te quedes en mi casa, pero preferiría que no vomitaras o empezaras a cantar canciones de desamor a las tres de la mañana mientras duermo.
—Bien, ya entendí —él mayor finalmente comprendió después de horas estando ahí lamentándose con su amigo, que de nada le estaba sirviendo quedarse a llorar—. Voy a casa.
Hoseok negó, viendo al de ojos rosas levantarse sin más, para poder salir de su casa.
Parpadeó varias veces, hasta que lo señaló desde lejos.
—¡Pero no te lleves la botella!
—Ya me fui —finalizó aquel castaño, echando una carcajada en burla.
Aunque le gustaba burlarse de su amigo, realmente no estaba ni un poco de humor.
La verdad era que, su humor, la mayoría del tiempo era extraño, a veces estaba feliz cuando parecía estar enojado, y otras veces estaba enojado pero hacía bromas para olvidarse de sus propias desgracias, así era cómo Jungkook solucionaba sus problemas.
A la mitad de la noche, incluso después de una reciente fiesta más o menos exitosa, él mayor salió al aire libre de la ciudad, la brisa que golpeaba en algunos mechones de su cabello rebelde, combinada con la poca luz de la luna, le dieron el momento perfecto para apenas respirar.
Le dolía haber sido traicionado, le dolía que su supuesta pareja, se atrevió a dejarle enfrente de él mencionado el motivo por el cuál simplemente quería acabar con su historia juntos.
Ese motivo tenía nombre.
Kim Taehyung.
La belleza materializada en una persona.
Taehyung era sencillamente él chico más encantador de toda una universidad, con sus ojos grandes, su nariz de puente alto que hacían una perfecta combinación con un lugar en la punta de esta.Aquel chico que con solo una sonrisa tenía a todos a sus pies, era él quién le había arrebatado a la persona que Jungkook más quería actualmente.
Así que, no fue difícil para él, reconocer al culpable de su corazón roto.
¿Cómo habían pasado las cosas?
Eso era lo que menos le importaba al ojirosa ahora mismo, el solo hecho de recordar como vió a su pareja besar enfrente de él a ese tal Kim, eso le llenaba la cabeza de odio. Detestaba volver a su mente el momento en que de aquella boca que tanto había besado, saliera esa frase horrible;
"Hemos terminado, Jungkook".
En un inicio las disculpas no faltaron, excusándose de que el alcohol y la adrenalina le llevaron a besar a aquel tipo de ojos marrones, sin embargo, en pocos minutos, decidió que esa había sido la pauta para terminar su relación con él chico.
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Falaz || KookV
Fanfiction᯽Jeon Jungkook tenía un solo propósito cuando su reciente pareja lo abandonó por culpa de Kim Taehyung. Ese propósito era, romper el corazón de la misma persona que le robó a quién él creía un amor real. Porque Jungkook en serio iba a destruir al p...