jean kirstein › one shots.

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03. Do you love me?

Summary: "I wanna know if you love me. Tell me, Do you love me?"

Word count: 2443.

Warning: ninguna. 

"Mírame, he estado mucho tiempo

Mirándote solo a ti.

Nadie sabe cómo me siento

Ni se lo he contado a nadie. "

La vida universitaria de Kyoko era bastante complicada. Si bien algunos de sus amigos decían que era tranquila a comparación de otras, había muchas veces en las que la pelinegra no quería hacer más que dejar todos sus estudios, tomar su guitarra y largarse a los Estados Unidos para seguir el sueño americano.

Si muchos cantantes famosos lo hicieron, ¿Por qué ella no?

Toda su energía se consumía en los proyectos universitarios, la banda que mantenía junto a Eren y aquel gran pero secreto enamoramiento que tenía por Jean Kirstein.

¿Lo malo de ello? El joven Kirstein nunca podría fijarse en el tipo de chica que es Kyoko.

La pelinegra era bastante calmada y reservada, todo lo contrario a lo que era su mejor amigo, Eren. Nunca faltaba la noche en la que ella se preguntaba cómo es que dos polos opuestos podían complementarse tan bien como lo hacen el ojiverde y ella.

¿Cómo nació aquel flechazo por el joven castaño? Fácil, gracias a Marco Bott.

El chico pecas, como Kyoko solía llamarlo, era también un miembro de la banda, y aunque a simple vista no pareciera el tipo de persona que encajara en una banda de rock, era bastante bueno a la hora de tocar la batería.

Una de las muchas veces que solían ensayar en el salón de música de la universidad Marco llego junto al joven Kirstein, pues este último tenía un rato libre y más de una vez había querido ver a la banda tocar.

Sería exagerado decir que Kyoko se enamoró de Jean desde el momento en el que lo vio, pues no fue así. Fue más como una atracción física, pues aquel castaño era en demasía atractivo.

Desde entonces, solía asistir a los ensayos de la banda más a menudo así como comenzó a formar una gran amistad entre los miembros, especialmente con la pelinegra. Ambos solían hablar mucho de las cosas que les gustaba e incluso charlaban de las cosas más tontas que se pudiese imaginar.

Jean tenía una hermosa forma de ver el mundo.

Desde entonces, se podría decir que Jean era la musa de Kyoko. Principalmente porque Kyoko comenzó a escribir canciones, las cuales claramente nunca les enseñaría a la banda pues eran bastantes cursis.

Aquellas hojas contenían sus más secretos y profundos pensamientos hacia aquel chico de ojos marrones que hacían suspirar a Kyoko más de una vez al día.

"He guardado esta canción

Para un día como hoy

¿Cómo estás últimamente?

No paro de hablar de todo tipo de cosas"

Las manos de Kyoko temblaban suavemente mientras sostenía aquellos pedazos de papel, sus ojos no se despegaban de aquellas frases que recién termino de escribir minutos atrás. Se atrevería a decir que era la mejor canción que había escrito hasta ahora, cierta parte de ella se sentía mal pues probablemente esas hojas terminarían guardadas en la caja marrón que tenía debajo de su cama junto a las otras canciones de su propiedad.