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Abrió su casillero sin ganas, soltaba suspiro tras suspiro mientras sacaba su libro de química curso que no era su favorito.

- Ten- miró a su hermano quien extendía una bolsa blanca con algo dentro- no tomaste desayuno hoy-

- No tenía apetito-

- ¿A dónde fuiste ayer?- tomó asiento- llegaste tarde y con los ojos hinchados-

- ¡No he llorado!-

- ...No dije que lloraste- sacó su estuche y libro de su mochila- ten, también te hice la tarea-

- Gracias-

- No sé lo que te pasa pero por lo menos come algo, no quiero que te enfermes- sonrió- que sucedió ayer, porque te veo decaído-

/Cómo debería decirle a mi hermano sobreprotector que casi me matan ayer/ Consejo del día, no lo hagas o será el quien te mate.

- Simplemente no me sentí bien-

- Tiene que haber algún motivo Leo-

- Hola chicos- Sunita sacaba sus cosas mientras Usagi se sentaba como siempre en clase de Psicología de la comunicación cerca del azul-

- Que extraño, ¿Hiciste la tarea?- miró a Sunita con sorpresa-

- Claro que si, decidí ser más responsable este ciclo-

- Eso dijiste desde primer ciclo- Usagi observó a Leo quien se encontraba mirando a la nada, por alguna razón sentía que el ambiente entre ambos era incómodo-

/El mundo es mierda pero hay gente que va por un buen camino/

Ese chico fue jodidamente realista, puede que sea un trauma el como lo sentaron en una habitación oscura, sentía que estaba apunto de ser torturado, no quería volver a sentir esa sensación. Sin embargo, con ese chico sintió cierta seguridad no completamente pero podía expresarse con el, estaba seguro que no lo dañaría y... Alto, ¿Por qué estaba pensando en su rostro ahora? Es un matón, un matón... que no lo mató...

- Yuhu, tierra llamando a Júpiter Jim, ¿Estás bien?-

- ¡Ah! Lo siento, es que olvidé hacer la tarea de mi otra asignatura-

- ¿Por qué siento que mientes?-

- Rafa-

- Está bien -

- Ya déjalo tranquilo- decía Usagi-

- Está bien, está bien, es mi hermano y me preocupa- trató de limpiarse volviendo a mirar al frente-

- Por cierto Leo, ¿Viste a Cassandra en química?- sonrió al escucharla, sabía su secreto, amaba todas las expresiones que Sunita hacía por mencionar ese nombre-

- ¿Por qué no hablas con ella?-

- ¡Por supuesto que no! Yo no existo para ella-

- Claro, ¿Cuántas historias de amor te leíste? Eres la típica chica que pasa desapercibida-

- Eres un bobo. Además, tu también lees historias de amor-

- Es diferente-

- ¿Por?-

- Tu si tienes una oportunidad-

Podía jurar que su libro estaba en su mochila, sentía mucha furia el día de hoy y no lo comprendía. No dejó de pensar en su mal comportamiento con Leo, quería disculparse de nuevo pero el miedo se lo impedía. Ya ni siquiera podía verlo a la cara.

-Hola Usagi-

- ...Mariko- aquella voz lo tranquilizó. Ahí estaba, esa conejita que lo volvía loco, poco a poco Mariko y el se estaban volviendo más unidos, aún recuerda cuando ni siquiera cruzaban palabras y el amor de Usagi no era más que un amor imposible-

pistantrofobia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora