Capítulo único

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Acarició su rostro con suaves polvos rojizos, un sonrojo atenuado, falso, pero permanente y provocador. Piel suave, polvos que hacían la piel brillar suavemente, sin granos, una línea delicada en sus ojos de color negro, resultaba sus ojos y los hacía más atrayentes a la vista, polvos en sus ojos de color morado, azul, rosado, tonos hermosos que destacaban su rostro. Labios rosas con brillante purpurina.

Sonrió con provocación.

Lista.

Salió del camerino con una rosa color piel, una rosa carne, hermosa y exótica entre sus dedos con guantes blancos hasta el codo. Su nombre sonó por el megáfono dándole la bienvenida al escenario y el sonido metálico ampliado por el megáfono captó los aplausos, sonrió, salió al escenario donde un gran piano de cola era iluminado por tres diferentes focos, un cuarto foco la iluminó a ella de forma deslumbrante y la siguió durante todos sus pasos. Caminó hacia él, acarició las teclas con una clave menor, se llevó la rosa ocultando sus labios y la sonrisa pícara que mostraba de forma traviesa, después se subió sobre el piano de forma inocente, se cruzó de piernas con una postura algo provocativa.

El contraste entre sus acciones era lo que la hacía tan conocida.

Un hombre con traje elegante, un smoking negro, guantes blancos, se acercó al piano y se sentó en la banqueta.

La melodía empezó.

Su voz también empezó a resonar en el escenario.

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Un suspiro enamorado se dejó escapar mientras tenía los auriculares puestos, su teléfono con diferentes brillos que se podían reflejar en sus ojos junto al brillo enamorado, cualquiera que lo mirase podría ver qué sus ojos tenían corazones y estrellas, se notaba su enamoramiento, se notaba lo mucho que amaba a esa chica. Su dedo corazón tomaba el teléfono a través de la anilla que tenía el teléfono, suspiró cansado, pero no quería dejar de admirarla ni escuchar aquella voz tan melodiosa, aquel canto, aquellas posturas, su expresión suave pero salvaje al mismo tiempo...

Adoraba a aquella princesa...

Escuchó diferentes golpes en la madera de abajo, su compañero de habitación golpeó su somier, seguramente cansado del brillo de su teléfono reflejado en la pared.

- Deja de ver el móvil.

- Calla, no escucho.

Escuchó otro golpe, casi como si estuviera molesto con él por la contestación y escuchó un bufido, después lo escuchó moverse en el colchón, seguramente intentando evitar escuchar o ver el brillo del teléfono.

Siguió escuchando aquella actuación con los auriculares puestos, una sonrisa tonta, aquella princesa era simplemente perfecta, era la persona que más admiraba en el mundo, era una chica simplemente perfecta...

Su voz era como terciopelo.

Su cuerpo era el de una estatua de mármol esculpida por los dioses.

Sus manos eran de porcelana.

Sus ojos eran un universo de fantasías.

Suspiró como un tonto enamorado, dejó el teléfono a un lado cuando la actuación grabada finalizó, suspiró cansado, se acurrucó hacia un lado y cerró los ojos soñando con que ella acariciaba sus cabellos y cantaba con cariño.

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- Buenos días, Kenny, ¿Hoy tienes que trabajar?- preguntó bajando de la litera con una sonrisa en sus labios.

148.- My Princess (Bunny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora