┍━━━━ ⋆⋅Cαpı́tulo 1⋅⋆ ━━━━┑

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El despertador marca las 6:50 Am, suena la alarma!!

—  ¡¡Maldición!! Refunfuñé

Miré el reloj. Salí de entre las sábanas blancas que arropaban mi cuerpo, me levanté de la cama y caminé rápidamente hacia el baño. Mis bikinis de encajes rojos y mi sujetador de encajes blancos, moldeaban mi cuerpo a la perfección. Me miré al espejo, pasé mis manos sobre mi cara, tomé mi cepillo dental del estante, coloqué pasta, entré a la ducha mientras lavaba mis dientes y con la otra mano estregaba mi cuerpo con un gel de ducha. En cuanto terminé de lavar mis dientes, coloqué el cepillo dental en el vaso de cristal, mientras quitaba mi ropa interior y enjabonaba todo mi cuerpo, la espuma se deslizaba entre mi pecho, mi ombligo y mi espalda, posando en la curva de mi cadera, bajando entre mis piernas con el agua, haciendo sinfonía con el burbujeo hasta los pies y correr por el grifo de la ducha.

Cerré la llave, me envolví enuna toalla blanca de algodón y salí, mientras caminaba hacia mi cama envolvíami cabello en una toalla de fibra. Una falda de cuero color mostaza, una camisamitad blanca y mitad negra, muy elegante y bien planchada, con unos taconescremas mate que descansaban en mi banqueta de pie de cama y a plena vista sepodían ver bastantes caros y radiantes, pero apropiados para la ocasión. Tomé la notay leí — "Para mi mejor amiga Kylie, de parte de Layla.

Estaba entusiasmada, pero a la vez algo nerviosa. El día había llegado. Abrí mi gaveta, saqué uno conjunto de interiores negros y me vestí. El celular vibra, una notificación de mensaje de texto.

Cameron:
"Mira por la ventana"

Cameron estaba sin camisa, con el pecho descubierto y sus pectorales bien marcados, tenía dos smokings, uno en cada mano.

Cameron es mi mejor amigo, lo conocí una semana después de haberme mudado a mi departamento, hace justamente 7 meses, solía husmear su pecho descubierto, así que, un día me atreví a presentarme como su vecina, le había comprado un Merlot barato y lo había llevado envuelto en papel de regalo con un moño, pero descubrí que era gay. Desde entonces somos mejores amigos, me hizo su asistente en la compañía de su familia, es millonario, vive solo, aunque de vez en cuando se da unos buenos revolcones y tengo que cerrar mi ventana para no ver sus excitantes sombras eróticas. 

—    ¿Este o este?
Me preguntó con una cara de duda. De repente salió otro chico, asiático, con el pelo mojado y también con un buen cuerpo, envuelto en una toalla blanca de la cintura hacia bajo, saludándome con un gesto y una sonrisa, dándole un beso en las mejillas a Cameron.

Dios mío, Cameron y Marcus son dos guapotes... que desperdicio de hombres. Me decía a mí misma, en tanto que el seguía esperando mi respuesta.

—    El azul. Le contesté señalando con el índice.

—    Creo que el negro me sentaría mejor. Me dice, dándome una picada de ojos.

—    Eso fue un mensaje subliminal. Le contesté de modo sarcástico. 

Tomé mi Ipad, puse una música de fondo para suavizar los nervios, "Dance Monkey". Mientras escuchaba esa canción bailable, terminaba de ponerme la camisa y en cada entonación me hacía mover mi cintura inconscientemente, y de repente ya estaba bailándola al compás. Cameron ya se había arreglado y desde el otro lado de la ventana me observaba y grababa mis bailes obsoletos. Subía sensualmente la falda mostaza hacia mi cadera, acomodaba la camisa al estilo vanguardista, pintaba mis labios con un color rojo pasión para destacar, mis accesorios en mi cuello con un colgante que posaba en mis pechos y la camisa un poco al descubierto, un anillo de piedra negra, mis uñas al natural, y mi cabello un poco revuelto. Rocío un poco de perfume de Coco Chanel, tomo mi celular, mis llaves, me pongo los tacones, y camino hacia afuera de la habitación. Mire el reloj marcar las 7:30, asombrada corrí unas cuadras hasta la avenida para alcanzar al autobús que había pasado justamente en mi frente a toda velocidad.

SIETE VECES JAMESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora