¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DURMIENDO JUNTOS.
• • •
Algo que Itadori solía hacer era visitar en la noche a Fushiguro cuando no podía dormir. Sin embargo, aquellas visitas se hacían más a menudo, y no siempre era por el insomnio.
La compañía del otro le hacía feliz a ambos, por lo que Megumi no rechazaba que Yuuji se cole a su habitación, en su cama y se acurruque a su lado, e incluso Fushiguro esperaba aquel momento de la noche en tener a Yuuji a su lado y que este le brindase calor.
Esta noche no era la excepción, al rededor de las doce se escuchó el sonido de la puerta abrirse, y una cabellera de un tono rosado se asomó por esta.
El azabache no se inmutó pues sabía que se trataba de su chico. Solo escucho la puerta cerrarse y como la cama se hundía frente a él. Itadori se acostó bajo las sábanas y se acercó a Megumi abrazándolo, rodeado sus brazos por su cintura y ocultando su rostro en el pecho del más alto, Megumi escucho un pequeño hipido del contrario abriendo sus ojos dirigiendo su vista al contrario extrañado.
Yuuji solía ocultar su rostro en su pecho, le hacía sentir seguro estar entre los brazos del azabache y Megumi no lo alejaba, también le gustaba esa cercanía aunque no lo admitiese en voz alta, Yuuji solía abrazarlo e invadir su espacio y se acostumbro a ello que a veces busca aquel contacto con el de ojos avellena.
— ¿Pasa algo? — preguntó queriendo alejarse para verle rostro, sin embargo Itadori se apegó más a él moviendo su cabeza negando y a su vez resfregarse.
— No te alejes, no me dejes. — soltó en un tono bajo y agudo como si se aguantase las ganas de llorar haciendo que el corazón de Megumi se encojiera.
— No te dejaré, estoy acá. — terminó suspirando para acariciar el cabello de tono melocoton y con su otro brazo rodearlo; aquello hizo sentir a Itadori a salvo y protegido.
Yuuji no dijo más, se calmaba con las caricias que le daba el contrario, le calmaba tenerlo a su lado, le calmaba el aroma que dejaba Megumi.
Yuuji no le gustaba hacer preocupar a sus amigos, ni a Gojo y ni mucho menos a Megumi, pero esta vez se permitía apapachar y desahogar con el azabache, sabía que contaba con él.
Con los mimos en su cabeza poco a poco empezó a calmarse dejando esa tristeza que lo rodeaba en el momento, empezado a sentir sueño y poco a poco quedarse dormido entre los brazos de Megumi y cuando él supo que Itadori se había quedado dormido, sonrió levemente.
La respiración tranquila del pelirrosa y como el agarre del abrazo perdía fuerza le hacia sentir tranquilo.
Jamás le ha gustado ver como la sonrisa y el brillo en los ojos de su chico desaparecían, ya que sentía que le quitaban a su sol. Megumi siempre velaba por la felicidad de Itadori, porque le hacía feliz a él; con cada disparate que sacaba el de ojo avellana, sus bromas y cuando lo molestaba junto a Nobara y Gojo, que a pesar de parecer que no lo soportaba, en el fondo apreciaba esos momentos donde todo era felicidad y risas.
Por lo mismo se hizo tan observador con Yuuji, porque siempre ocultaba aquella tristeza y dolor para no hacerle preocupar, Megumi se daba cuenta de esto y a pesar de no decirlo a su modo se quedaba al lado del pelirrosa para que sepa que estaba ahí y que no tenía porque ocultar aquello.
Esa noche, afuera de la habitación hacía frío por el viento, sin embargo dentro del cuarto el ambiente era cálido; el uno al otro se transmitía un calor que nacía en su pecho y que se expandía por todo su cuerpo.
En su principio el ambiente era un poco triste, pero este poco a poco se llenaba de cariño que se notaba que ambos tenían por el otro y no necesitaban decírselo; con esos simples gestos y esos momentos juntos a solas era más que notorio el amor que se tenían.
Pasaron la noche acurrucados entre sí, Itadori con una leve sonrisa después de aquel momento y Megumi con la paz de saber que en la mañana su Yuuji sonriente estaría de nuevo.
Una vez amaneció, el de ojos avellana fue el primero en despertarse, alejándose un poco del azabache sin mucho esfuerzo y sonreir por ello.
Las largas y bellas pestañas del azabache se notaban más pues sus ojos estaban cerrados; Yuuji se le quedó observando sus preciosas pestañas hasta que el azabache abrió sus ojos haciendo que el contrario se sonrojara por sentir que lo atraparon.
Megumi acarició la mejilla del contrario, aún estaba algo adormilado y sólo Yuuji se dejó mimar cerrando sus ojos y con una leve sonrisa en sus labios.
— Buenos días. — habló Yuuji con una leve voz ronca.
— Buenos días, bobo. — le respondió con un pequeño apodo haciendo reír levemente al contrario, acercándose al azabache para darle un corto beso en los labios, uno de buenos días que hizo hacer que la mañana de Fushiguro mejorará a mil.
Se quedaron por un par de minutos ahí, hasta que sabían que era hora de bajar e ir a desayunar con los demás.
Megumi fue el primero en levantarse mientras escuchaba las quejas del más bajito de que se quedara con él un rato más, él negó divertido.
— Si tardamos, Gojo-Sensei nos buscará. — exclamó mirando al pelirrosa aún en su cama mientras se quejaba y al final se levantaba mientras se estiraba.
— No sé vale. Almenos dame un beso. — pidió el de ojos avellana mientras se acercaba al contrario, Megumi negó divertido. — ¿Ah? ¿Por qué no?
— Eres un niño mimado; mejor ve a cambiarte a tu habitación.
— Tks... bien... — al final Yuuji se fue resignado con un puchero de la habitación de su pareja para ir a la suya y ponerse su uniforme.
Megumi estaba feliz de ver al sonriente Itadori de siempre. Se prometió que haría lo posible para mantener la sonrisa de su chico.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota final:
¡Hola! ¿Qué tal?
Hace mucho quería hacer un libro de One-shot, Drables y demás. Y esta pareja se me hace tan linda que dije "¿por qué no?".
Actualización de tiempo después: hola, si estas leyendo esto es porque ya no aceptaré más pedidos aunque en la mayoría de partes siguientes lo diga este libro ya está completo, así que una disculpa, en serio. Pero disfruta de estos 100 One-shot, chats y escenarios de más. Gracias.
