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Crush
México en una peda admitió que tenía un crush y todos los latinos querían saber quién era, más por querer molestar al mexicano con su amor platónico.
Y aunque nadie supiera quien era, ya que no dijo descripción y demás, todos votaban a que era uno de las potencias.
Argentino voto por USA, ya que veía que el mexicano ya no solía molestarlo como antes y a veces solían tener pequeñas conversaciones.
Chile voto por Rusia, ya que solía ver a México con él y de vez en cuando solían ponerse apodos cariñosos.
Brasil decía que era Canadá, ya que era con el que mejor se llevaba y con el que solía tener salidas a escondidas.
Colombia y Venezuela iban por Japón, ya que, aunque veían que no tenía gran interacción con el mexicano, fue el primero que les llego a la mente.
Mientras ellos pensaban eso y hacían sus apuestas, el mexicano se preguntaba como carajos admitiría que su crush era el hermano menor de los tricolores... aunque la opinión de sus amigos no le importaba, temía por su vida por los hermanos de él, sabía lo sobreprotectores que eran con el de escudo.
—Ay México... Ni si quieras puedes declararte a Ecuador y estás pensando en tu posible muerte. —murmuro mirando a un árbol, estaban en un descanso luego de estar algunas horas en la reunión de la ONU.
México odiaba esas reuniones por las leves discusiones que tenía con USA, pero quitaba ese mal pensamiento recordando que podía ver a su amor platónico, ya que lo único que valía la pena era ver la brillante sonrisa de Ecuador.
México otra vez se dejó llevar por aquellos pensamientos ¿y como no hacerlo? Si con tal de pensar en la sonrisa del ecuatoriano hacía que su día sea alegre, aunque sea el peor
—Hey México. —llamo alguien sacándolo de sus pensamientos. — ¿Cuándo piensas declararte a Ecuador?
Y hay estaba otra vez el estadounidense preguntándole sobre ello, no es que odie a USA, pero la razón por la cual había tenía más conversaciones con él era porque ese se había enterado sobre el gusto que tenía hacía el ecuatoriano... aunque fue un accidente aquello, USA no dejaba de molestarlo con ello.
—El día que te dejen de gustar las hamburguesas. —respondió su pregunta con una sonrisa.
—deja a mis hamburguesas en paz. —suspirando se sentó al lado del escudo de agila. —te decía aquello no por molestarte, sino porque existe la posibilidad de que alguien piense quitártelo. —miro de manera discreta al mexicano, el cual ahora se quedó pensativo.
¿a alguien le gustaba su ecuadorcito...? Pero ¿Quién era? Él Pensaba que nadie le gustaba el ecuatoriano por su investigación, pero oír eso de los labios de USA lo dejo pensando.
Ecuador si quisiera podría conquistar a todos con su ternura y belleza, así que eso no podía negar, ¡pero según él nadie estaba en su lista! Él era el único que tenía de crush a Ecuador.
